Condenado a casi 3 años y medio de cárcel por abusos sexuales a una amiga de su hija y a la madre de esta en Ribeira

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, ha condenado a tres años y cinco meses de cárcel a un acusado de abusar sexualmente de una amiga de su hija, de forma continuada, y de la madre de esta, en una ocasión.

La sentencia, recogida por Europa Press, explica que la familia del acusado y de las víctimas mantenían una amistad "muy estrecha" de varios años de duración, por lo que las dos niñas se veían "frecuentemente" a lo largo de la semana en casa de una u otra, ya que las viviendas se encontraban a unos 500 metros en el municipio de Ribeira.

Según el relato de hechos probados, el hombre, que no contaba con antecedentes penales, aprovechó "de forma reiterada" los momentos en los que podía estar a solas con la menor para "tocarla con ánimo de atentar contra su libertad sexual". Estos hechos se prolongaron durante al menos seis meses, hasta que un día la amiga de su hija, con casi 14 años, decidió contárselo a su madre.

Debido a la estrecha relación de amistad que mantenía con la otra familia y al miedo que tenía a la posible reacción de su marido, la mujer decidió hablar directamente con el acusado y no denunciarlo.

Si bien desde ese momento el varón no volvió a molestar a la menor, esta comenzó a bajar en su rendimiento escolar y, durante una visita a la pediatra de su centro de salud, le contó que era consecuencia de aquellos episodios de abusos.

Así, fue la propia médica, ante las reticencias de la madre, quien decidió poner todo ello en conocimiento de los servicios sociales del centro de salud, que a su vez lo comunicaron a la Policía Nacional de Ribeira a finales de 2016.

Con respecto al episodio de abuso sexual sufrido por la madre, ocurrió con carácter previo, entre 2013 y 2014. En una ocasión en que el hombre pasó frente a su casa mientras ella estaba en el bajo recogiendo la ropa de la lavadora, entró en la vivienda y arremetió "con la intención de atentar contra la libertad sexual". La víctima le pidió que la soltase y, al haberla dejado tras unos minutos, aprovechó para coger un palo y exigirle que se marchase.

LOS HECHOS DENUNCIADOS "SON CIERTOS"

Tras la celebración del juicio, el tribunal destaca que las pruebas analizadas ponen de manifiesto "que los hechos denunciados por la víctima y su madre son ciertos", porque sus respectivos testimonios son "coherentes y persistentes" y están corroborados por "las declaraciones de los testigos y por el informe pericial, que demuestran que los hechos ocurrieron en el modo descrito por las perjudicadas.

Así, la Sala ha fijado para el hombre una condena de un total de tres años y cinco meses de prisión por un delito de abusos sexuales continuados contra la menor y por otro de abusos sexuales contra la madre de esta. Para fijar la pena, el tribunal ha aplicado una atenuante debido a las paralizaciones del proceso ocurridas durante la fase de instrucción.

Además, el condenado deberá pagar 10.000 euros a la niña y 3.000 a la madre en concepto de daños morales, mientras que no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 300 metros de ellas ni de cualquier lugar que frecuenten.

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