Malestar entre los abogados de la Kitchen por el secreto en la declaración del exchófer de Bárcenas 

Sergio Ríos, chófer de Luis Bárcenas cuando era tesorero del PP.
Sergio Ríos, chófer de Luis Bárcenas cuando era tesorero del PP.
AGENCIA ATLAS
Sergio Ríos, chófer de Luis Bárcenas cuando era tesorero del PP.

Abogados personados en la pieza Kitchen sobre el espionaje a Luis Bárcenas se han sentido molestos con que el juez haya tomado declaración al exchófer del extesorero del PP, Sergio Ríos, en una subpieza secreta de esta causa, impidiendo que pudieran asistir las partes, salvo Fiscalía y su abogado defensor.

De hecho, la defensa del excomisario José Villarejo pidió ayer al juez que suspendiera la declaración del exchófer por haberlo acordado en el marco de una pieza secreta de Kitchen, pese a que la comparecencia se producía a petición propia y afecta a la totalidad del caso sobre el espionaje y sustracción de documentos a Bárcenas.

A pesar de estas protestas, el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha interrogado este miércoles a Ríos en el marco de la pieza secreta que abrió en octubre a raíz del registro en su domicilio en el que fueron intervenidos móviles y documentación.

Ríos, que supuestamente actuó como confidente policial en la presunta operación puesta en marcha en 2013 desde el Ministerio del Interior para espiar a Bárcenas, pidió declarar de nuevo de forma voluntaria tras haber cambiado de abogado.

Lo hizo además días después de la comparecencia también como imputados del exministro de Interior Jorge Fernández Díaz y del que fuera su segundo, Francisco Martínez, cuyas discrepancias, que les llevaron a enfrentarse en un careo, radican en si hablaron o no entre ellos del chófer, como demostrarían unos mensajes que, según el ex secretario de Interior, se intercambió con el exministro, quien niega haber sabido nada de esta operación.

El exchófer ha llegado a la Audiencia Nacional con bastante antelación (tres cuartos de hora antes) y, al igual que otras veces que ha venido a declarar, lo ha hecho oculto tras un casco negro de moto para evitar que las cámaras pudieran captar su rostro.

A la salida, tanto él y su abogado, Javier Vasallo, que defiende también al ex consejero madrileño Francisco Granados, han rechazado hacer cualquier tipo de valoración, teniendo en cuenta que la pieza en la que ha declarado está bajo secreto.

Esta era la tercera vez que comparecía el chófer, que la primera vez que fue citado se acogió a su derecho a no declarar y la segunda tampoco aportó detalles de trascendencia, lo que se cree que hoy podía haber hecho al haber sido él quien pidió declarar para defenderse y colaborar con la Justicia.

Así lo entiende el abogado de Villarejo, que en el escrito en el que pidió la suspensión de esta declaración, señalaba que la comparecencia "no se va a limitar a un aspecto concreto de una posible subpieza secreta que podría justificar muy excepcionalmente su práctica sin intervención de las partes".

Y es que considera que, teniendo en cuenta que el secreto de la pieza Kitchen, la número 7, se levantó el pasado septiembre, no es posible sustraer la declaración del exchófer "al conocimiento e intervención de las restantes partes, ni aún en el caso de que hubiera alguna subpieza secreta, porque reiteramos las preguntas y manifestaciones voluntarias del investigado van a ser generales y no limitadas a una parte secreta de la investigación".

Desde su primera comparecencia, sobre Ríos pesan medidas cautelares, como la prohibición de salir de España, la retirada del pasaporte y comparecencias mensuales en el juzgado.

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