Así, ahora revisan cada día, en la estación de Pla de la Vallonga, «entre 80 y 100 diarias» (en total, han visto aproximadamente un millar) desde que entró en vigor la obligatoriedad para los ciclomotores el pasado 21 de enero. La mitad, cerca del medio millar aproximadamente, según fuentes de la ITV, no han aprobado.
Además de los trucajes para que los ciclomotores sean más rápidos (sólo pueden ir a 45 km/h), suelen tener otra deficiencia más molesta para el resto de la sociedad: el ruido, por los tubos de escape libre o más estruendosos. Uno de cada cinco debe volver apasar la ITV por eso.
A pesar de que desde hace unos días muchos moteros alicantinos han ido en masa a pasar la ITV, no se están produciendo esperas significativas: se adaptan a la afluencia de cada día y han establecido un servicio de cita previa. Aun así, prevén que la avalancha de conductores continuará previsiblemente hasta el mes de marzo.
Multas de hasta 150 euros
El Ayuntamiento de Alicante impone una sanción a todos aquellos que no pasen la revisión obligatoria y la intervención de la licencia de circulación del vehículo; concede al conductor un plazo de 10 días para que pueda llevar su moto a la inspección. Y la multa económica, que impone la Policía Local, es de unos 150 euros. A los conductores que se acercan al Pla de la Vallonga a pasarla, sólo les cuesta 25 euros.
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