La multinacional Uber ha anunciado este martes que volverá a operar en Barcelona, pero esta vez como aplicación de taxi después de que, hace más de un año y medio, abandonara la capital catalana como consecuencia de la aprobación del decreto de la Generalitat que regulaba las VTC. 

Según han explicado fuentes de la compañía, este martes se ha puesto en contacto con la AMB para comenzar a operar con la 'app', a la que los taxistas barceloneses ya pueden adherirse. 

"Queremos trabajar de la mano del sector del taxi y de las administraciones públicas en la recuperación del sector en Cataluña", ha explicado un portavoz de Uber. En Madrid, la plataforma integró el taxi en su plataforma hace justo un año y se han incorporado 1.500 taxistas.

Según sostiene la compañía, el número de taxistas registrados en Uber se ha doblado desde el mes de agosto por el impacto en la caída de la facturación en la capital española. La integración fue posible por la aprobación del nuevo reglamento del taxi en la Comunidad de Madrid, que permite ofrecer precios cerrados y descuentos en sus tarifas.

Uber y Cabify se van de Barcelona: dejan de dar servicio desde este viernes por las "restricciones" del Govern al VTC

A raíz de la aprobación del decreto de la Generalitat que regulaba la oferta de los VTC, Uber decidió abandonar la capital catalana al considerar que el texto era "totalmente incompatible" con su actividad. Algunos de los puntos que incluye la normativa catalana es que los usuarios deben precontratar el servicio con al menos 15 minutos de antelación, la prohibición de estacionar en la calle y que los vehículos volvieran a su base inmediatamente después de cubrir un servicio.

La plataforma y su competidora en la ciudad, Cabify, hizo este anuncio horas después de la aprobación del decreto, aunque la segunda volvió a la ciudad al cabo de unas semanas asegurando que aceptaba la nueva normativa y que se adaptaría. Sin embargo, la Generalitat le abrió algunos expedientes por presunto incumplimiento de la normativa. La empresa alegó que, de acuerdo con su interpretación del decreto, la precontratación de 15 minutos sólo había que hacerla la primera vez que utilizaba el servicio y no cada vez.

La interrupción de la actividad de las dos empresas causó un goteo de ERE en las empresas propietarias de licencias que prestaban servicio para las dos plataformas.