La ciudad ha vivido hoy una jornada de protestas laborales. Alredededor de un millar de trabajadores del metal se concentraron a las puertas de los juzgados, donde tenía lugar el juicio a los cuatro huelguistas acusados de desórdenes públicos en mayo de 2007.

El fiscal pidió para cada uno de ellos cuatro años de prisión, mientras la defensa solicitó la absolución y negó que se hubiesen quemado contenedores.

Las reivindicaciones llegaron también ayer al sector sanitario. Los trabajadores de mantenimiento del hospital Meixoeiro se concentraron ayer para denunciar el incumplimiento de su convenio colectivo.

Además, han anunciado una huelga general para el día 23 de febrero si sus reivindicaciones laborales no se ven atendidas. A este paro se sumarían un total de 180 trabajadores.

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