Los Mossos buscan testigos para investigar el disparo de la Guardia Urbana a un sintecho en Barcelona

Agentes de la Urbana alrededor del sintecho, momentos antes del tiroteo.
Agentes de la Urbana alrededor del sintecho, momentos antes del tiroteo.
ACN
Agentes de la Urbana alrededor del sintecho, momentos antes del tiroteo.

Los Mossos d'Esquadra buscan testigos que presenciaran el disparo de un agente de la Guardia Urbana al hombre sintecho que presuntamente intentó agredirle con un cuchillo este sábado por la tarde en el paseo de Sant Joan en Barcelona.

Lo harán en el marco de la investigación abierta para esclarecer las causas de lo sucedido más allá del testimonio de la Guardia Urbana, según ha informado este domingo la policía catalana.

Tras recibir el disparo, el hombre -una persona sin hogar de 43 años y origen húngaro- fue trasladado con una herida de bala en el abdomen al Hospital de Sant Pau de Barcelona.

Interior espera el atestado

El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha explicado que la investigación la está realizando Mossos porque "podría haber un conflicto de interés" si la hiciese la Guardia Urbana, que también ha abierto una investigación interna sobre la actuación del agente implicado.

En una entrevista en 'Catalunya Ràdio', el conseller ha asegurado que no sabe si la actuación del agente "se hizo bien o mal" porque Mossos todavía están instruyendo el atestado.

"Si hubiera alguna irregularidad, estaría reflejada en el atestado", que se enviará al juzgado, ha argumentado.

Arrels e Iridia

La Fundació Arrels, dedicada a la atención a las personas sintecho, prestará su apoyo al vagabundo húngaro de 43 años que resultó herido grave por uno de los dos tiros realizados por un agente de la Guardia Urbana en Barcelona cuando supuestamente intentó atacarles con un cuchillo.

Se han comprometido a estar al lado del esta persona, al que habían atendido con anterioridad, y a "acompañarlo en su recuperación", así como a seguir el caso desde su equipo jurídico.

La entidad asegura que el indigente es un hombre "pacífico" con el que tenía contacto desde comienzos de verano.

El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, informó la noche del sábado de que el indigente resultó herido grave al recibir al menos uno de los dos disparos efectuados por un agente de la Guardia Urbana, que repelió el intento de agresión por parte del hombre, que portaba un cuchillo de grandes dimensiones.

En declaraciones a EFE, Ferran Busquets, director de la Fundació Arrels, ha explicado que los servicios jurídicos de la entidad seguirán la investigación abierta por el caso, al tiempo que ha avanzado que los miembros de la organización visitarán hoy en el hospital de Sant Pau de Barcelona al hombre herido, que fue operado de urgencia y se encuentra ingresado en la UCI de este centro sanitario en estado grave.

La Fundació Arrels ha expresado también su apoyo al hombre en las redes sociales, en las que ha avanzado que "estará al lado del herido", "acompañándolo en su recuperación".

A raíz de este suceso, Arrels ha informado en las redes sociales de que "la violencia física y verbal hacia las personas sin hogar en Barcelona ha aumentado". En 2019, según los datos de la entidad, un 40 por ciento de los vagabundos que atendió explicaron que habían sido víctimas de agresiones, y que tres fueron asesinados durante el confinamiento.

Lo ocurrido "es gravísimo", "por innecesario y absolutamente desproporcionado" 

Por su parte, la abogada penalista Anaïs Franquesa, codirectora del Centre per la Defensa dels Drets Humans, ha señalado en otro mensaje en las redes sociales que lo ocurrido "es gravísimo", "por innecesario y absolutamente desproporcionado", al tiempo que pide que el agente implicado sea apartado y que se explique públicamente la preparación de los policías.

Diversos testigos presenciales consultados por EFE este domingo en el lugar del suceso han asegurado, por su parte, que el hombre herido llevaba un arma y que la policía le pidió que la tirara. Como no lo hizo, uno de los agentes le disparó a unos metros de distancia.

Según estos vecinos de la zona, el hombre llevaba en el barrio unos cuatro meses, siempre había mantenido una actitud pacífica y vivía del dinero que le daban en la calle. 

Por su parte, el centro para la defensa de los derechos humanos Irídia ha calificado en un tuit de "muy preocupante" la actuación de la Guardia Urbana.

Irídia ha remarcado que la utilización de armas de fuego debe ser el último recurso, que hay "indicios de desproporcionalidad" en la actuación y ha exigido una investigación judicial rigurosa.

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