"Estoy vivo y respirando". Michael Knapinski, un excursionista de 45 años, todavía no se cree la suerte que ha tenido después de haber estado "técnicamente muerto" durante 45 minutos. El hombre se perdió la semana pasada durante una intensa nevada en el Monte Rainier, en el estado de Washington (EE UU). Cuando lo encontraron efectivos de la Marina, estaba aparentemente sin vida.

"Regresó de entre los muertos", ha indicado a la cadena CNN Jenelle Badulak, doctora de la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico Harborview, que ha remarcado que "no fue un milagro, fue ciencia".

Según ha explicado Badulak, cuando Knapinski llegó a urgencias "estaba inconsciente, tenía hipotermia extrema y su corazón se detuvo al poco de llegar". No obstante, al no presentar lesiones importantes, el equipo de médicos decidió practicarle la técnica ECMO (siglas en inglés de sistema de oxigenación por membrana extracorpórea), en la que la máquina de derivación cardiopulmonar especializada extrae sangre del cuerpo y la pasa por un oxigenador antes de bombearla de nuevo.

Tal y como ha apuntado Badulak, los médicos optaron por emplear esta técnica porque los órganos de Knapinski estaban tan fríos por las condiciones de congelación que podrían funcionar con menos oxígeno, lo que para los médicos supone, esencialmente, ganar tiempo para reiniciar el corazón. Después de 45 minutos lograron que la sangre de Knapinski volviera a fluir.

Sin embargo, "la principal preocupación era su cerebro y si había habido algún daño permanente mientras su corazón estaba parado", ha señalado la doctora Badulak.

Por suerte, dos días después de esa intervención, Knapinski se despertó. "No comprendí lo que había sucedido", ha indicado esta semana desde su cama de hospital en declaraciones al canal WPVI-TV. "Estoy muy agradecido con todos aquí en el hospital por no darse por vencido conmigo. Estoy vivo y respirando", ha añadido.

Finalmente, tras haber pasado ocho días en el hospital, Knapinski ya ha recibido el alta. "El caso de Michael es poco común, va a vivir durante décadas", ha sentenciado Badulak.