Miles de vizcaínos, niños y mayores, salieron ayer a la calle para cantar la popular tonadilla al ritmo que marca la makila contra el suelo.

Desde primera hora, diferentes colectivos, trabajadores, cuadrillas de amigos, escolares, alumnos de euskaltegis, amas de casa, entre un sinfín de coros aficionados, dedicaron los tradicionales bertsos a la santa, cuya festividad, en realidad, se celebra hoy, 5 de febrero.

Aunque, por encima de todo, y con la tradicional canción de fondo, los vizcaínos buscaron un hueco para pasar un buen rato, alegrar todas las casas con la canción, como indica la tonadilla, y, cómo no, compartir unos potes.

Y ello, en el Casco Viejo, en otros barrios de Bilbao, y también en todos y cada uno de nuestros pueblos.

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