Con la llegada de Barack Obama y su mujer, Michelle, a la Casa Blanca, algunos de los hábitos de la era Bush han sido enterrados de inmediato. Tal y como publica la revista Hola, los cambios tienen que ver fundamentalmente con horarios, reuniones y forma de vestir:
- Horarios: según la citada publicación, Obama madruga menos y a cambio acaba su jornada más tarde. Se levanta, hace un poco de gimnasia, desayuna con la familia y a las nueve de la mañana comienza a trabajar. Fácilmente le dan las diez de la noche, mientras que Bush, más madrugador, había terminado a media tarde.
- Las reuniones: el ex presidente era partidario de lo breve, de las reuniones exprés con soluciones rápidas. Obama prefiere hablar largo y tendido, lo que haga falta. Además el nuevo mandatario estadounidense pone fin al secretismo que rodeaba a todas las decisiones de Bush y apuesta por Internet como arma comunicativa.
- La ropa del fin de semana: George W. Bush prefería cumplir siempre el protocolo y exigía la chaqueta y la corbata a todos sus colaboradores, independientemente del día que fuera. Obama no quiere tantas formalidades y permite vestir más casual.
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