El hallazgo, por parte de los obreros que desde hace varios meses trabajan en estas obras, que han obligado a hacer excavaciones subterráneas, ha sido comunicado a la Policía y al juez.

Un equipo de la Policía Científica se ha desplazado al lugar para examinar los restos "in situ", al igual que una forense, con el mismo objetivo.

En una nota oficial, el Congreso ha informado de que los huesos se encontraron en la mañana del martes, durante los trabajos de saneamiento y rehabilitación; inmediatamente, se paralizaron las obras.

La "primera impresión", apunta el comunicado, es de que se trata de restos "muy antiguos" que han sido retirados para ser analizados, de manera que la Cámara no precisará más datos hasta no disponer de los informes correspondientes.

Una de las posibilidades sobre su origen, que en cualquier caso no se confirmará hasta que no concluya la investigación, es que procedan de un antiguo osario o cementerio del Convento del Espíritu Santo sobre cuyos restos se asienta el edificio, que data de 1850.

Durante las excavaciones llevadas a cabo en el subsuelo del Congreso ha habido otros hallazgos, como el de una gran tinaja, sobre cuya utilidad ha habido muchas especulaciones.