Antonio, el padre de la joven desaparecida Marta del Castillo, está convencido de que a su hija «se la han llevado». La Policía sigue buscándola. Su familia ha convocado una manifestación el sábado en Sevilla, pidiendo su regreso.

El caso ha conmocionado a adolescentes y a padres, ¿cómo se lucha contra eso?

La reacción natural ante casos así es que tengamos miedo de que nos pueda pasar. Los niños, aunque no lo digan, también pasan miedo. Por eso, lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que hablar con ellos en casa y no tapar situaciones así, porque de situaciones dolorosas también se aprende. Hay que preguntar a los hijos –eso no es entrometerse en sus vidas– para estar tranquilos.

¿Son las redes sociales que hay en Internet seguras?

Sí, tanto en cuanto el chaval o el adulto que las use conozca lo segura que son.

¿Cómo se puede ayudar a los menores?

Hay que enseñarles a usar el ordenador, que no es ahora el diablo, porque todo lo que sale en él no es maravilloso.

¿Cómo?

Con charlas de ciberpolicías en los centros educativos, para que les enseñen los peligros que hay en la red. Cuando se está frente al ordenador se tiene una fantasía de privacidad falsa y parece que se está protegido del mundo.

Hay que saber qué pasa en el ordenador de nuestros hijos (con quién hablan, donde ponen sus datos y fotos...). El ordenador es una propiedad familiar y si hay algo que no tenemos claro hay que hablar con ellos. Hablar es una tarea de la familia. Esto no significa censurar a los chicos, pero sí poner filtros, aunque a ellos les disguste. Si no, los padres nos quedamos amenazados por la ignorancia. Cuando a los niños se les explica todo esto (diciendo cuál es nuestro miedo), lo entienden bien.

Pero, los niños pueden acudir a un cibercafé...

No se puede dominar a nadie al cien por cien. Uno hace lo que puede. Ser padre es una tarea muy difícil.

En casos como el de Marta, puede surgir el sentimiento de culpa en los padres, ¿cómo se les puede ayudar?

Con comprensión y cariño y reconociendo que hacemos lo que podemos.

Una reacción lógica ante sucesos así, es intentar controlar más a los hijos...

Poner límites debe estar presente, pero lo que no vale controlar más ahora y después no.

BIO_ Cayetano García-Castrillón es sevillano, está casado y es padre. Ejerce como psiquiatra y psicoanalista hace 22 años.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE SEVILLA