La justicia investiga si el falso médico que aprovechó la pandemia para colarse en el hospital de Martorell tenía la Covid

Fachada del hospital San Juan de Dios de Martorell, en Barcelona.
La fachada del hospital San Juan de Dios de Martorell, en Barcelona.
Susi Saez / EFE
Fachada del hospital San Juan de Dios de Martorell, en Barcelona.

La Audiencia Provincial de Barcelona no descarta que el joven de 22 años que aprovechó la urgencia de personal sanitario en los peores momentos de la pandemia para hacerse pasar por médico en el Hospital Sant Joan de Déu de Martorell (Barcelona) tuviera coronavirus mientras estuvo en contacto con pacientes.

Así se desprende de la resolución del tribunal, a la que ha tenido acceso 20minutos.es, con la que este rechaza el recurso que presentó su defensa para reclamar su libertad y lo mantiene en prisión provisional y sin fianza. Según el auto, el joven, J. G. O., pudo "haber sido tributario de haber enfermado de Covid y aún así podría haber seguido atendiendo a determinados pacientes. Todo ello se está investigando todavía" y podría ser constitutivo de un "delito contra la salud pública".

La Audiencia de Barcelona ha decidido mantener en prisión al falso médico, al que los Mossos d'Esquadra detuvieron después de que en abril entrara a trabajar con un currículum falso en el hospital de Martorell, porque considera que existe "riesgo de fuga" a pesar de "haber nacido un hermano del investigado".

Además, el tribunal apunta que hay "riesgo de reincidencia" por parte del joven, que llegó a firmar un parte de defunción en el centro sanitario. En este sentido, destaca su "facilidad" para "la realización de falsificaciones documentales de titulaciones oficiales". También señala que podría volver a hacerse pasar por médico sin que se detectara el engaño, porque "sigue existiendo riesgo de congestión en la actuación del sistema sanitario en los próximos meses".

Por otro lado, después de que la defensa del investigado alegara que precisa tratamiento psiquiátrico, la Audiencia de Barcelona afirma en su auto que no consta que este "no pueda ser dispensado en el centro penitenciario" de Can Brians, donde está encarcelado y ya lo está "recibiendo".

La justicia investiga a J. G. O. por los delitos continuados de intrusismo, falsedad, usurpación de estado civil, desobediencia y estafa agravada. 

Tiene antecedentes penales por "estafa, conducción sin permiso y robo con violencia y maltrato"

Según la resolución, "consta que tiene antecedentes penales" por "estafa, conducción sin permiso y robo con violencia y maltrato" entre los años 2018 y 2019. 

El auto también apunta que "ha venido desempeñando de manera reiterada" actividades sanitarias "en diferentes lugares". Estas incluyen "actos médicos tanto de prescripción, como de tratamiento, como de alta de pacientes, como de firma de certificados de defunción cuando carece en absoluto de la titulación".

Llegó a hacer una guardia completa de 12 horas

De 22 años, pero con aspecto de tener diez más, inscrito en un conocido portal de empleo como médico, nacido en Sabadell y vecino de Terrassa, J.G.O. se coló en el Hospital Sant Joan de Déu de Martorell (Barcelona) cuando tenía 21, en plena pandemia de Covid, haciéndose pasar por médico. 

La Fundación Hospital Sant Joan de Déu de Martorell decidió ejercer la acusación como parte perjudicada contra este falso médico, que llegó a hacer una guardia completa de 12 horas el pasado 6 de abril en este hospital, confirmó el director gerente del centro sanitario, Manuel Álvarez.

¿Cómo pudo ejercer de médico en un hospital una persona sin titulación? La situación extrema de los hospitales durante esta crisis sanitaria tiene la respuesta.

Urgían médicos

Álvarez reconoció que el área de recursos humanos, cuando contrata a personal sanitario, tarda varios días en revisar toda la documentación de médicos y enfermeras para certificar y acreditar su titulación, pero aquellos primeros días de abril, cuando en Cataluña morían un centenar de personas diarias por Covid y miles de profesionales sanitarios estaban de baja por haberla contraído, urgían médicos.

"Todo el mundo buscaba médicos", admitió Álvarez, que explicó que el chico aportó toda la documentación, eso sí, en fotocopias, que le acreditaba como médico, aunque resultó estar falsificada.

El fingido médico llevó al hospital la documentación (que decía que había nacido en 1989 y tenía 31 años), incluso nóminas de otros centros sanitarios en los que presuntamente había trabajado, el sábado día 3, y se incorporó el lunes día 6, primero para hacer 8 horas de formación, y de inmediato, por la necesidad de facultativos, a una guardia de 12 en urgencias.

"Nunca estuvo sólo, formaba parte de un equipo multidisciplinar en Urgencias y nunca tuvo una actuación clínica que afectase a ningún paciente", aseguró Álvarez, que admitió que llegó a prescribir dos medicamentos que no se sabe si llegaron a ser administrados.

Lo que sí pasó es que, estando en la guardia de Urgencias fue requerido desde planta para certificar la muerte de un hombre, José, de 79 años, cosa que hizo diligente el falso facultativo. Los familiares del difunto iniciaron acciones legales contra el hospital.

Alguna cosa debieron sospechar en el hospital cuando revisaron la documentación y encontraron anomalías en una de las fotocopias. Le llamaron por teléfono a su casa, en Terrassa (Barcelona) el martes día 7 y él colgó.

También pasaba consulta en una clínica privada

Le habían descubierto. Los responsables del hospital avisaron a los Mossos d'Esquadra y éstos, al día siguiente, 8 de abril, le detuvieron en una clínica privada donde también pasaba consulta y registraron su domicilio con una orden judicial.

Para sorpresa de los investigadores, encontraron en su vivienda material real de cuerpos sanitarios y de emergencias, utensilios que usan habitualmente bomberos, personal de protección civil, de la Cruz Roja, del SAMUR y del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), incluso una emisora de radio.

El director gerente del Hospital de Martorell afirmó que aportó nóminas de algún centro sanitario de Madrid, donde están averiguando si también pudo ejercer fraudulentamente.

"No tuvo ninguna actuación clínica sobre ningún enfermo, sólo le llamaron para que firmase la certificación de defunción de un paciente", insistió Álvarez.

"No nos había pasado nunca", aseguró el director hospitalario, que culpó del engaño que sufrieron a "la urgencia de los procesos de cambios de organización" que tuvieron que acometer por la pandemia.

Álvarez afirmó que lo bueno del caso es que le denunciaron, que fue descubierto y encarcelado, por lo que ya no puede ejercer fraudulentamente en ningún sitio.

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