Los Mossos d'Esquadra evitaron el pasado año que un total de 104 niñas que viven en Cataluña fueran sometidas a mutilaciones genitales, gracias a la labor preventiva que llevan a cabo en contacto con las familias en las que detectan situaciones de riesgo, como viajes a sus países de origen.
Así lo ha anunciado hoy la directora del Programa de Seguridad Contra la Violencia Machista de la Generalitat, Alba García, que ha resaltado que estos casos se han podido evitar gracias al trabajo preventivo que la policía catalana llevó a cabo el pasado año
con 55 familias.
La entrada en vigor en julio pasado de un protocolo de actuación sobre esta materia ha disparado los casos en los que se ha podido evitar la mutilación genital femenina, ya que hasta entonces la media anual de casos evitados era de unos
40 al año.
La mutilación genital femenina es una práctica de origen desconocido que no responde a
ningún precepto religioso -sus inicios son anteriores al nacimiento de la mayoría de religiones conocidas- y consiste en la extirpación total o parcial de los genitales externos femeninos o en otras agresiones a los órganos de las mujeres con una finalidad no terapéutica.
El protocolo aprobado en julio pasado prevé mantener un contacto fluido con las familias procedentes de los
veintiséis países de África y Asia que aún mantienen como costumbre la ablación, a fin de detectar el riesgo de que las hijas sean llevadas a su país para ser mutiladas.
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