Un equipo de científicos canadienses ha desarrollado un dispositivo que ayuda al cuerpo a eliminar el alcohol a un ritmo más rápido de lo normal, lo que puede ayudar a revertir los efectos de una intoxicación etílica y salvar vidas.
El alcohol es el responsable de tres millones de muertes al año en todo el mundo, una cifra que supone más del doble que las de la Covid-19, y en España el consumo excesivo de esta sustancia provoca alrededor de 20.000 fallecimientos anuales.
El anestesiólogo Joseph Fisher, del Instituto de Investigación del Hospital General de Toronto (Canadá) es uno de los autores que firman el artículo publicado en Scientific Reports en el que se presenta este dispositivo.
"Es un dispositivo muy básico y de baja tecnología que podría fabricarse en cualquier parte del mundo: no se requieren dispositivos electrónicos, computadoras ni filtros", asegura Fisher en un comunicado.
Tal y como explican los investigadores, el hígado es el encargado de eliminar el 90% del alcohol en el cuerpo humano a un ritmo constante que no se puede aumentar. Además, actualmente no existe ningún otro método, aparte de la diálisis, mediante el cual se pueda eliminar el alcohol de la sangre, por lo que las únicas opciones para tratar los casos de personas con niveles de alcohol peligrosos son el suministro de oxígeno, de líquidos por vía intravenosa, la asistencia respiratoria o medicamentos que traten problemas cardiacos.
Por este motivo, este equipo de científicos se ha enfocado en los pulmones para exhalar el alcohol. Según exponen, cuanto más fuerte es la respiración, más alcohol se elimina. Los investigadores descubrieron que, de hecho, la hiperventilación eliminaba el alcohol al menos tres veces más rápido que solamente a través del hígado.
En este punto, Fisher aclara que no se trata solamente de hiperventilar, "porque en uno o dos minutos te sentirías mareado y te desmayarías", sostiene. De ahí que utilizasen un dispositivo que permitiese al paciente hiperventilar el alcohol mientras devuelve la cantidad exacta de dióxido de carbono al cuerpo para mantenerlo en niveles normales en la sangre, independientemente del grado de hiperventilación.
El aparato, denominado ClearMate, es del tamaño de un pequeño maletín y utiliza un sistema de válvulas, algunos tubos de conexión, una máscara y un pequeño tanque con dióxido de carbono comprimido.
"Es inexplicable por qué no lo intentamos hace décadas", concluye Fisher.
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