En concreto, esta semana el pleno del Parlamento Europeo aprobó el protocolo pesquero de la UE y Senegal, que da acceso a las aguas del país africano a buques de España, Francia y Portugal para la pesca de principalmente de atún y también de merluza negra durante un periodo de cinco años.

De este modo, un total de 28 atuneros cerqueros congeladores, diez cañeros y cinco palangreros de España, Portugal y Francia podrán pescar hasta 10.000 toneladas al año de atún y dos arrastreros españoles podrán realizar capturas hasta 1.750 toneladas de merluza negra anuales. La contribución que la UE pagará a Senegal ascenderá a 1,7 millones de euros al año.

Según han precisado fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a Europa Press, en la actualidad, un total de cinco buques gallegos faenan en aguas de Senegal, tres palangreros de superficie que capturan pez espada y túnidos y dos arrastreros de merluza negra.

La UE y Senegal firmaron su primer convenio de pesca en 1979, un acuerdo mixto que se aplicó hasta 2006 y en el que se daba acceso a los buques europeos a una amplia gama de recursos.

En 2014, el documento se transformó en un acuerdo centrado en la pesca de atún y, en menor medida, de merluza negra. Este texto garantizaba 38 licencias, casi la mitad para atuneros españoles, a cambio de una compensación de 8,69 millones de euros a pagar durante sus cinco años de duración.

VALORACIÓN DEL SECTOR

Así las cosas, fuentes del sector de grandes atuneros congeladores de España han explicado a Europa Press que el protocolo aprobado "se ajusta" a lo que "más o menos" se había solicitado a la Administración.

Por ello, las mismas fuentes se han mostrado "satisfechas" al tiempo que han recordado que 11 buques españoles, entre ellos varios gallegos, faenan en aguas senegalesas para realizar capturas de atún.

Por su parte, el gerente de la Organización de Productores de Pesca del Puerto de Marín (Opromar) y la Organización de Productores Anacef, Juan Martín Fragueiro, ha señalado que el nuevo convenio representa "una reducción del 12,5%" sobre las "posibilidades" de pesca demersal del documento anterior.

En esta línea, ha advertido de que resultará "muy difícil" que las cuotas fijadas para la merluza negra, que ha considerado "insuficientes", permitan que dos barcos "puedan tener una actividad plena durante todo el año".

Además, ha hecho hincapié en que el coste de las licencias que se establecen para las capturas de merluza negra "se incrementa respecto al acuerdo anterior", aunque el número de buques a los que se permite faenar se mantiene en dos.

NECESIDAD DE "MEJORA" DEL ACUERDO

El gerente de Opromar y Anacef ha subrayado la necesidad de que en el marco de las comisiones mixtas "se mejoren las condiciones" del acuerdo para que contemple la posibilidad de incluir entre las especies a las que pueden dirigir su actividad los buques el jurel y la pota, además de la merluza.

A este respecto, ha apuntado que la pota representa un cefalópodo con "una vida muy corta" que, en ocasiones, se encuentra en la pesca pero debe descartarse para evitar "superar los porcentajes autorizados como capturas accesorias". Por ello, ha detallado que el sector demandó su inclusión en el documento como "especie objetivo", un planteamiento del que ha lamentado que se hiciesen "oídos sordos".

Juan Martín Fragueiro ha insistido en que la actividad llevada a cabo en Senegal "es completamente sostenible" y se realiza a "profundidades bastante grandes".

En este sentido, ha recalcado que la pesca demersal no conlleva interacción "con otras flotas senegalesas" y no ejerce "ningún perjuicio" al trabajo de las mismas. Por este motivo, ha esperado que, en el futuro, el acuerdo alcanzado por la UE con el país africano "pueda ser mejorado".

Mientras, la Consellería do Mar ha considerado "positivo" que la Eurocámara haya dado luz verde al acuerdo dado que "garantiza el desarrollo normal de la actividad pesquera de la flota española en la zona". También ha resaltado que permite "mantener las buenas relaciones" entre la UE y el país africano desde 2014, cuando "se puso fin a un largo periodo de tiempo sin acuerdo".