Investigan si la melatonina, hormona inductora del sueño, puede prevenir y combatir la Covid-19

Estructura molecular de la melatonia: en negro el carbono (C); en blanco el hidrógeno (H); en rojo el oxígeno (O) y en azul el nitrógeno (N).
Estructura molecular de la melatonia: en negro el carbono (C); en blanco el hidrógeno (H); en rojo el oxígeno (O) y en azul el nitrógeno (N).
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Estructura molecular de la melatonia: en negro el carbono (C); en blanco el hidrógeno (H); en rojo el oxígeno (O) y en azul el nitrógeno (N).

La melatonina, la conocida "hormona de la oscuridad" que induce al sueño, también es un potente antiinflamatorio y antioxidante que podría contribuir a prevenir la infección por SARS-CoV-2 y a tratar a los casos graves de Covid-19. Esto es lo que intentan probar dos ensayos clínicos liderados por el Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Las propiedades antioxidantes de esta hormona ya se han postulado como tratamiento contra otros coronavirus, como el SARS-COV-1 o el MERS, en estudios con modelos animales "que lo avalan", explica a EFE el coordinador de la Unidad Central de Investigación Clínica y Ensayos Clínicos (UCICEC) del Hospital de La Paz, el doctor Alberto Borobia.

Además, la melatonina ha formado parte del cóctel de medicamentos con el que se ha tratado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando padeció la Covid-19, aunque es difícil saber en qué proporción contribuyó a su rápida recuperación. Lo que la ciencia nos muestra es que se trata de una hormona que el organismo comienza a liberar cuando llega la oscuridad de la noche y recorre el circuito sanguíneo para sincronizar las funciones de nuestro reloj biológico.

Pero al igual que ocurre con otras hormonas, su producción decae con la edad, a partir de los 35 o 40 años, y esto repercute en el sueño, en enfermedades inflamatorias e, incluso, en el envejecimiento, según datos del Instituto Internacional de la Melatonina de la Universidad de Granada.

Una de las hipótesis de trabajo es comprobar si reforzando la melatonina endógena se puede contribuir a prevenir la infección por SARS-CoV-2 en personas sanas con alto riesgo de contagio. Este es el punto de partida de un ensayo clínico que quiere probar en 450 sanitarios de distintos hospitales españoles si la melatonina previene la infección o, en el caso de que se contraiga, evita el desarrollo de una forma grave de Covid-19.

Ya se ha realizado una primera ola del estudio con 350 voluntarios y ahora está en marcha la segunda con otros cien más, por lo que se esperan resultados de eficacia para principios de 2021, según el investigador Alberto Borobia. Es un estudio aleatorizado en el que un grupo recibe un medicamento ya comercializado de melatonina (Circadín oral de 2 miligramos indicado para el insomnio) y el otro grupo, un placebo.

Este ensayo está suponiendo un reto al hacerlo sin ningún tipo de financiación. "Lo estamos promoviendo los investigadores, con ayuda desinteresada del personal de la UCICEC y con donaciones de los medicamentos y del placebo por parte del laboratorio Exeltis y Liconsa", apunta su coordinador.

Ya ha comenzado el diseño de la fase III (la última de un ensayo clínico) donde se evaluará la eficacia en unos 200 ó 300 pacientes de diferentes hospitales españoles y puede que, además de a los críticos, se amplíe a enfermos moderados ingresados en planta con el fin de evitar su paso a la UCI.

Si la melatonina es preventiva y/o contribuye a combatir la Covid-19 es algo que la ciencia podrá determinar en los próximos meses, pero eso no significa que los suplementos de melatonina para el insomnio de las farmacias tengan efectos protectores frente al coronavirus. Esto es algo que la ciencia no ha evidenciado.

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