De la Rosa ha mostrado, a través de una comparecencia telemática, su preocupación por la coyuntura epidemiológica actual, que ya cifra en 900 casos positivos en la infección por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.

Ante esta situación, ha explicado que la cooperación es "inmejorable" con la Junta y el Gobierno central y ha abierto la puerta a debatir nuevas medidas restrictivas para la ciudad, sin descartar un confinamiento domiciliario o un cierre perimetral de la ciudad, si bien son decisiones que no competen al ámbito local.

Daniel de la Rosa ha hecho un llamamiento a la "serenidad, responsabilidad y calma" y ha pedido a los burgaleses que sean conscientes de la responsabilidad personal de cada uno en las reuniones sociales y familiares.

En este sentido, ha reiterado la importancia de evitar al extremo el contacto social, a la vez que ha reconocido la complejidad de esta encomienda, que "va en contra de la propia naturaleza humana".

De la Rosa ha mostrado, por otro lado, su satisfacción ante el anuncio del Gobierno autonómico de realizar test masivos en determinadas zonas básicas de salud en la capital burgalesa donde se registran "niveles descomunales" de la infección.

En cualquier caso, ha confiado en que el cierre perimetral de Castilla y León, la aplicación del toque de queda y el cierre de sectores como el de la hostelería tengan su efecto en las próximas semanas y ha avanzado que la actividad física en dotaciones municipales cerradas se suspenderá en las próximas horas.

Asimismo, ha avanzado que el Ayuntamiento, de la mano de la Junta y el Ministerio de Sanidad, analizarán por qué Burgos está registrando unos índices tan elevados de contagio y ha anunciado que la Policía volverá a patrullar con mensajes para concienciar a la población sobre esta situación.

Finalmente, y tal y como ya había avanzado el coportavoz del equipo de Gobierno local, Vicente Marañón, ha apelado al Gobierno autonómico a dotar de más personal médico a las localidades en función de la dinámica de la pandemia.