Quería ser modelo pero una dolencia grave en la espalda hacía que su sueño se complicara. Gemma Riley, de 15 años, sufrió en 2007 una escoliosis que le provocaba muchas noches de insomnio y ausencias al colegio.

Con el paso del tiempo la lesión fue en aumento lo que derivó en una desviación de la espina dorsal de 65 grados, que le producía grandes dolores.

Pero su vida cambió radicalmente a partir de octubre de 2008 cuando en el Hospital John Radcliffe de Oxford, fue sometida una operación.

Según publica el blog Nothing To Do With Arbroath, la modelo no dudó en someterse a una complicada intervención quirúrgica que consistía en insertarle una varilla en la espalda con el fin de corregir su columna.

Tras cinco horas en el quirófano, los cirujanos lograron colocar una varilla de titanio para intentar que su columna volviera a su posición normal.

Pero el tesón de esta joven no quedó aquí. Tan sólo dos meses después de la operación, Gemma fue descubierta por una agencia de modelos que la propuso formar parte de un concurso de belleza en Reino Unido al que no dudó en acudir.