Un avión de Iberia que cubre la ruta Madrid-Tel Aviv salió con más de once horas de retraso debido a la interferencia que, al parecer, provocaba el aparato electrónico de un pasajero, la cual se acusaba como una avería en la cabina del aparato.
Fuentes aeroportuarias han indicado hoy que este avión, que
tenía que haber salido el pasado miércoles, día 28, a las 23,25 de la noche, con unos 80 pasajeros a bordo, terminó despegando del aeropuerto de Barajas al día siguiente, con unas once horas de retraso por la citada circunstancia.
Según la misma fuente, cuando el aparato se disponía a despegar y ya se encontraba en cabecera de pista, avisó de una avería.
Tras realizar una revisión y comprobar que el fallo persistía, se optó por trasladar a los pasajeros a un avión diferente, que, sin embargo,
dio aviso de idéntica avería.
Fue entonces cuando se resolvió que había que mirar las maletas por si hubiera algún objeto que hiciera interferencia, y se rogó a los pasajeros que revisaran
si llevaban algún aparato electrónico encendido.
Adoptadas estas medidas, el vuelo pudo salir finalmente, sin que el avión diera ya aviso de avería.
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