La hostelería, un sector que aporta más del seis por ciento del PIB anual en España, se ha aferrado a celebraciones como las del Concurso Nacional (e Internacional) de Pinchos y Tapas de Valladolid como emblema de resistencia ante una pandemia que a diario liquida 140 negocios de autónomos. El certamen empezó este lunes y finaliza este miércoles.
Más de 300.000 establecimientos hosteleros de España se verán representados en el concurso de Valladolid (es ya su 16ª edición), con la participación de 47 cocineros de distintas comunidades autónomas. El jurado nacional lo preside la empresaria y experta culinaria Samantha Vallejo-Nágera, más conocida como jurado de 'MasterChef'.
El IV Campeonato Mundial de Tapas con participantes de los cinco continentes llegados, entre otros puntos, desde Argentina, Costa Rica, Ecuador, Marruecos, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, Panamá, Reino Unido, Tailandia. La presidencia del jurado corre a cargo del chef y Estrella Michelín Pepe Rodríguez Rey, también famoso por ser jurado de 'MasterChef'.
La solidaridad en tiempos de pandemia, el reciclado de la basura orgánica para preservar el planeta y la unión entre los pueblos son algunos de los recados que han dejado de momento los participantes, cuenta EFE. Dice Samantha Vallejo-Nágera que ha visto tapas que guardan un equilibrio entre calidad y precio y que su elaboración a gran escala sea factible.
La imaginación (sabrosa) al poder
Tres palos y una gran vela latina definen el 'llaüt', una embarcación tradicional de las Islas Baleares, a la que ha recurrido Antonia Massanet, chef del restaurante Sa Punta en Cala Bona (Mallorca), para presentar y dar nombre a la tapa que ha defendido. Consiste en un guiso de sepia sobre un pan marinero de algas y piñones con un gel de pasas y un brote de hinojo silvestre.
Un poco de humor, que falta nos hace, ha puesto Iñaki Rodaballo, del restaurante Bowlers (Madrid), con una 'Risotada' de buen humor para sobrellevar esta crisis sanitaria', "un postre para este año tan raro", centrado en un arroz con leche cremoso, una bola sobre la que se elevaba un globo amarillo cuyo contenido de helio ha obligado a aspirar a los miembros del jurado para transformar su voz en tonos agudos y provocar la risa.
Con la estética de un reloj de arena, Nicolás Ríos, del restaurante Etxeko (Hotel Bless/Madrid), ha presentado 'Chisfán'. Es un guiso de faisán sobre una tulipa de pistacho con aditamentos como el caldo de esa especie avícola, un punto de papaya y mantequilla de cebolla.
Desde Pamplona, el chef Álex Múgica, del restaurante El Colegio, ha propuesto el mestizaje con 'Cevincho', un pincho de ceviche a base de langostino fusionado con los sabores tradicionales españoles desde el huevo, la gamba y salsa mahonesa, sobre un rulo de yuca frita rebozada en un pan de gamba.
Miguel Felipe Borreguero, del restaurante La Retama, propone un 'Ferrabo Rocher' remedo del clásico bombón de esa marca pero solo en la forma, ya que el contenido de su tapa es carne de rabo de novilla cántabra, una raza autóctona donde un praliné de cebolla simula la crema de cacao del popular bombón y un colorante neutro evoca su envoltorio dorado.
Este año no se celebrará el Festival de la Tapa, consistente en la degustación de los productos elaborados durante el concurso en los bares y restaurantes de Valladolid al término de cada jornada competitiva, debido al cierre de establecimientos ordenado por las autoridades sanitarias de Castilla y León dentro de las medidas restrictivas para combatir la Covid.
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