El joven y visionario fotógrafo David LaChapelle lo tiene claro: está harto de fotografiar famosos.

LaChapelle, que se encuentra promocionando su nueva exposición, "Delirios de la razón", en México, ha declarado que quiere alejarse de todo el "mundillo del famoseo".

"Ya no tengo nada nuevo que decir de esta gente, del pop, de los famosos y de la sociedad de consumo", dijo el artista estadounidense, famoso por sus innumerables retratos, anuncios y campañas de toque kitsch".

LaChapelle se ha dado cuenta de que, aunque adora la publicidad, está cansado de esa línea de trabajo, y ahora quiere expresar cosas nuevas, asunto sobre el que reflexionó tras rodar un videoclip de Madonna, con la cual dejó de colaborar para retirarse a una granja y tomarse un respiro.

El fotógrafo ha dicho que el arte "puede ser más que un espejo de la sociedad, nos ayuda a comprender lo que está sucediendo en estos tiempos confusos que estamos viviendo. El arte debe conmover y ayudar a la gente a tener su propio punto de vista".

Algo más polémico, arremetió contra parte del arte contemporáneo. "La mayor parte del arte que se hace hoy día no se comunica con la gente, justo lo que yo quiero evitar: yo quiero lograr comunicarme, decir algo, y usar las exposiciones para acercarme al público".

En la entrevista que ha dado en México, añadió que su vocación como fotógrafo comenzó en 1987, cuando logró tomar una de las últimas fotografías de uno de sus héroes, Andy Warhol.

Ya a partir de los noventa, saltó a la fama por sus reportajes y retratos de cantantes, actores y demás personajes de la farándula norteamericana y británica, como Whitney Houston, Uma Thurman, Elton John, Christina Aguilera o Madonna, a los que rodeó de su inconfundible aura colorista y paródica.