Mañana arranca la primera jornada de huelga en el transporte público de la ciudad, la tercera en poco más de dos años. Los casi 400 trabajadores de Rober están llamados a secundar los paros -el de hoy es a jornada completa (convocados por CC OO -UGT la considera «injustificada» y el CSIF se ha descolgado a última hora) y respaldada por los empleados en asamblea.

El motivo, dos compromisos laborales que, según el comité de empresa, asumió la dirección de Rober la pasada primavera y que «no ha cumplido». Según su presidente, Ángel Aliaga, la concesionaria se comprometió a «hacer fijos a 19 trabajadores y a aplicar una sola escala de antigüedad» más beneficiosa para la mayoría de la plantilla. «Sin embargo, durante todo este tiempo no lo han hecho».

Por su parte, el gerente de Rober, Guillermo Robles niega que «hayamos incumplido nada»: «Estábamos dispuestos a aprobarlo y a incluirlo en el nuevo convenio colectivo que el comité de empresa no quiso firmar».

Así pues, para Robles la huelga «carece de sentido» y la achaca a «las elecciones sindicales en las que se encuentra inmersa la empresa».El portavoz del equipo de Gobierno local (PP), Juan Antonio Mérida, apela a «la responsabilidad de todos»: «Ambas partes deben hacer un esfuerzo para entenderse y

Éstos sufrirán de nuevo las molestias de no poder recurrir al transporte público para ir a clase o al trabajo. Aún así, el 30% de la flota cubrirá los servicios mínimos durante la jornada de hoy -desde las 6 de la mañana-.

En detalle

Líneas sin servicio: Hoy no saldrán las cabeceras 13, 20, 23, 24 y 25.

Las otras: Funcionan con cuatro vehículos de media, salvo la 4 y la 8, con diez.

Paros parciales: Los días 2,4,6,9,11,13,16,18 y 20 de febrero de 6 a 11 de la mañana.

Línea 33: Los conductores - dependientes de Herederos Gómez- se suman a la huelga el día 2 para reclamar la equiparación de salarios con los trabajadores de Rober.

Más información: En el teléfono 900 710 900.

Un pasajero afectado. Técnico de estadística

«Mañana trabajo desde casa»

Luis vive en Cájar y suele ir a trabajar en coche. Sin embargo desde hace una semana sufre una dolencia en la espalda y no puede conducir, por lo que el autobús es su forma de desplazarse.

Mañana le han dado permiso para trabajar desde casa, porque con la huelga probablemente tarde en llegar un par de horas a la oficina (situada en Cartuja). En su empresa, dice, hay más gente que también ha pedido permiso.