La primera dama, Melania Trump, ha roto su silencio tras conocerse la victoria de Biden y ha realizado su primera declaración pública sobre las elecciones para apoyar las tesis de su marido sobre un supuesto fraude electoral.

"El pueblo estadounidense merece elecciones justas. Cada voto legal, no ilegal, debe contarse. Debemos proteger nuestra democracia con total transparencia", ha escrito en un mensaje publicado en su perfil de Twitter.

La mujer del presidente saliente es la última voz de la familia Trump en manifestarse defendiendo la teoría en la que se ha enrocado el mandatario de que le han robado las elecciones.

Uno de los hijos del candidato republicano, Eric Trump, continuaba con esta estrategia en un mensaje publicado en Twitter, en el que reaccionaba a una información sobre un retraso en el recuento de miles votos en un condado de Georgia tras un fallo en el sistema: "¡Software del infierno! ¡Debe haber un recuento manual de cada papeleta en este país ahora mismo!", ha exclamado.