El tunel de bateo de Sant Boi de Llobregat, que se hundió el sábado pasado durante el temporal y provocó cuatro víctimas mortales y nueve heridos, estaba en "perfecto estado" y no presentaba ningún tipo de irregularidad.

Así se desprende de los informes municipales que ha hecho públicos el alcalde de la localidad, Jaume Bosch, quien ha atribuido el derrumbe a "un episodio de viento excepcional". Igualmente, el consistorio ha solicitado otros informes externos: al Colegio de Arquitectos, al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Catalunya y a la Escuela de Ingeniería Aeronáutica.

Según ha explicado Bosch, el edificio se construyó en 1993 con una subvención de la Generalitat. Diez años después, se planteó una remodelación del campo y la Diputación de Barcelona elaboró un informe en el que les instaba a reformar la gradería, los vestuarios y a adecuar el campo a las medidas reglamentarias. Sobre el túnel de bateo indicaban que "estaba en perfecto estado" y que era "el mejor de Catalunya".

Además, el alcalde ha indicado a finales de diciembre se reformó la instalación eléctrica del túnel de bateo y ninguno de los trabajadores municipales que la llevaron a cabo detectaron alguna irregularidad.

En lo que respecta a los nueve heridos, Bosch ha señalado que dos ya han recibido el alta médica mientras que cuatro niños permanecen en el Hospital de Sant Joan de Déu, otro en el de la Vall d'Hebrón y los dos adultos están ingresados en el Hopital del mar y Bellvitge. Todos ellos evolucionan favorablemente.