La crisis de juego que arrastraba el Real Zaragoza fuera de casa se instala en La Romareda, que vio la primera derrota de su equipo esta temporada. Una derrota que, unida a la de Córdoba en la pasada jornada (1-0), deja al conjunto aragonés fuera de los puestos de ascenso al final de la primera vuelta del campeonato. El enfado de la afición es más que comprensible.

El domingo, el Zaragoza completó un mal partido ante un buen Rayo, que se adelantó en el minuto 25 con un cabezazo de Pachón. El equipo de Marcelino no reaccionó hasta que escuchó los primeros pitos en las gradas. Fue entonces cuando la calidad de sus brasileños, Oliveira y Ewerthon, permitió al cuadro blanquillo remontar el partido en tan sólo cuatro minutos.

La pareja de delanteros se repartió los dos goles en los últimos instantes del primer tiempo, sin duda los mejores del Zaragoza en todo el partido, por no decir los únicos.

El segundo tiempo arrancó con una ocasión de Ewerthon, que no entró y que prácticamente puso fin al fútbol del conjunto zaragozano. El Rayo Vallecano apretó con el paso de los minutos y consiguió empatar gracias a un penalti transformado por Aganzo.

Poco después Gabi fue expulsado y acabó de desquiciar a un Zaragoza herido por el empate y sin capacidad de reacción con diez hombres. El conjunto madrileño aprovechó ese desbarajuste local y Enguix firmó el 2-3 definitivo después de una buena jugada de Piti.

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