"Si me despeño por dar de comer a mis 15 gatos habrá valido la pena"

  • Ana Gloria, vecina de Cimadevilla, se asoma a un acantilado cada día.
  • Arriesga la vida para cuidar a los felinos abandonados del barrio.
  • Les da pienso, jamón york y hasta parrochinas.
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La mayor pasión de la gijonesa Ana Gloria Martínez son los gatos. Tanto amor siente por estos animales, que desde hace 20 años no ha dejado «ni un solo día» de cuidar a los ejemplares abandonados que viven en Cimadevilla. Actualmente se encarga de unos 15, sin contar los otros cuatro que tiene en casa.

Cada mañana, aunque llueva, nieve o haga calor, Ana Gloria se asoma al acantilado donde tiene instaladas las gateras, en el Cerro de Santa Catalina,  y les da de comer. «Les doy pienso, comida de lata, recortes de jamón de York y hasta parrochinas. Los atiendo como si fuera para mí», dice.

Esta amante de los felinos no sólo los alimenta, también los cura si es necesario. «Todas las gatas las tengo castradas; como llevo tantas el veterinario ya me hace un precio especial. Actualmente hay una hembra a la que le estoy dando antibióticos. Tiene una infección porque se hirió en una trampa», comenta.

Todo el barrio conoce su amor por los gatos. La mayoría colabora «dándome sus mantas viejas para las gateras». Otros, simplemente le previenen para que tenga cuidado cuando se encarama al acantilado. «Si me despeño dándoles de comer, habrá valido la pena», bromea.

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