El Patronato de Desarrollo Integral (PDI) de la Diputación de Soria ha subastado hoy una trufa negra, al igual que hizo en 2008, en el marco del certamen gastronómico  Madrid Fusión, según informaron en una nota de prensa desde la institución provincial.

Esta trufa negra, que proviene de los bosques sorianos aunque no se ha dado a conocer el origen puntual de la recolección, señalaron desde la institución, servirá para promocionar la micología de la provincia. El año pasado, el ejemplar subastado alcanzó un valor de 2.000 euros, para ser adquirida por el empresario vallisoletano Alejandro Fernández.

En esta ocasión, la trufa negra de Soria ha sido adquirida por 2.300 euros por el cocinero madrileño Ramón Ramírez, quien la servirá a los clientes de su restaurante Juan Bravo 25.  En el certamen gastronómico de este año, la entrega de la trufa ha corrido a cargo del presidente de la Diputación, Domingo Heras, mientras que el dinero de la recaudación se destinará a una ONG que será elegida por la organización del evento.

Éste ha sido un mal año para este producto debido a que las heladas han impedido su recolección, por lo que las piezas han tenido un coste inferior al de la subasta de la pasada edición de Madrid Fusión, cuando llegaron hasta los 8.600 euros.

Trufa blanca

Por su parte, el bodeguero castellanoleonés Javier Moro se ha hecho por segundo año consecutivo con la subasta de trufa blanca procedente de la región italiana de Astique organiza cada año en beneficio de la Fundación Luis Granella por 6.500 euros.

El destino de las dos piezas de trufa blanca será, sin embargo, una cena con amigos, según ha indicado el propietario de Bodegas Moro y Cepa 21. Moro ha indicado que su puja cada año por estas piezas únicas  está motivada por un motivo altruista y por su pasión por este hongo. El bodeguero recuerda cómo en tan sólo dos horas las piezas que adquirió el año pasado perfumaron unos huevos que degustó en familia simplemente fritos.

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