Trabajar sin cables y ganar en espontaneidad y transmisión rápida de las comunicaciones ya no es una utopía.

Una agencia de publicidad ha demostrado en Madrid cómo es posible trabajar sin cables, y para ellos ha montado una particular oficina y ha trasladado la sede  hasta un andamio en el centro de Madrid.

Allí, no sin peligro, sus afanosos empleados cumplen con su actividad sin soportar ni un sólo e incómodo cable.

Po lo tanto, queda demostrado que la oficina inalámbrica puede ser un hecho.