Durante los meses comprendidos entre mayo y julio, los cambios de la hipoteca a otras entidades bancarias, o subrogaciones, han superado el 50% en España, en comparación con el mismo periodo del año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

El impacto de la pandemia del coronavirus también ha afectado al mercado inmobiliario y, por ello, las entidades están implementando nuevas estrategias para la captación de clientes, como rebajas en las condiciones de los préstamos. Según un estudio realizado por el comparador financiero HelpMyCash, en estos momentos cambiar la hipoteca de banco "permite ahorrar hasta 40.000 euros dependiendo del tipo de interés del banco actual".

¿Qué gastos debe pagar la entidad bancaria y cuáles el cliente?

Pero, ¿qué se necesita para poder subrogar la hipoteca? ¿Cuáles son los gastos asociados a esta operación? En primer lugar, hay que formalizar una serie de trámites "que requieren la intervención de una notaría, de una gestoría y del Registro de la Propiedad", destacan los expertos de HelpMyCash. No obstante, según la nueva ley hipotecaria, el banco es el que debe afrontar estos costes.  

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¿Y el cliente? Únicamente debe hacer frente al gasto de la tasación del inmueble "que suele oscilar entre los 300 y los 500 euros", así como la comisión por la subrogación que le aplique la entidad. Sin embargo, "esa penalización tan solo se pagará si así lo recoge la escritura de la hipoteca y el porcentaje aplicado está regulado por ley". 

Esta comisión no debe ser superior al 2%, o al 0,15% si el cliente decide cambiar la hipoteca de tipo variable al fijo al trasladarse a otra entidad. De esta manera, si el banco aplica la máxima comisión, "el total a pagar sumando la tasación no superaría los 2.500 euros" para el cliente.

¿Puede ser gratis? ¿Merece la pena la subrogación?

El coste de esta operación puede ser superior o inferior, e incluso resultar gratuito, dependiendo de la entidad bancaria actual y de si aplica penalización. "Existen entidades como Kutxabank que financian el coste de la comisión por subrogación", mientras que otras como ING "pagan la tasación a cambio". 

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Por tanto, si te preguntas si realmente merece la pena cambiar la hipoteca de banco, la realidad es que "es una operación que sale a cuenta en la mayoría de los casos". De hecho, un 65% de las personas hipotecadas saldría ganando con este cambio, según otro estudio publicado por el mismo comparador financiero, y cerca de la mitad se ahorraría aproximadamente 1.200 euros anuales.

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