Los magistrados de la sala de lo civil y penal consideran acreditado, al igual que la Audiencia Provincial de A Coruña, que el acusado tiró a la menor sobre su cama, se colocó encima de ella y la besó en la cara y en el cuello, así como que en varias ocasiones, a lo largo del año 2016, le realizó tocamientos.
Al respecto, el TSXG destaca que "la declaración del propio acusado, la de dos testigos y un segundo informe pericial psicológico constituyen un acervo probatorio que, como razonada y razonablemente concluye la Audiencia, pone de manifiesto que el acusado abusó de su sobrina no solo cuando la tiró encima de la cama, sino también en varias ocasiones anteriores".
La sala indica que la declaración "coherente y persistente" de la víctima está corroborada "por el informe psicológico practicado y por la declaración de su madre y su tía".
En cuanto a la versión del acusado, resalta que "no solo ha resultado poco coherente, sino que ha llegado a reconocer determinados hechos que casan más con la versión expuesta por la denunciante que con la suya". Los magistrados subrayan en la sentencia que los actos realizados por el condenado "tienen inequívoco carácter sexual".
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