Un 'gorrilla' acusado de asesinar a un hombre en Córdoba en febrero de 2007 de una puñalada en el corazón ha negado que fuese el autor de la agresión aunque ha asegurado que discutió con él por un asunto de drogas, no por nada relacionado con el aparcamiento de coches.

Durante la primera sesión del juicio ante un tribunal popular, el acusado G.A.V., de 22 años y que lleva 3 años en prisión preventiva por este asunto, ha relatado que en la semana anterior a los hechos tuvo una "trifulca" con la víctima cuando le dijo que no le iba a comprar más hachís.

En aquel momento, según el acusado, la víctima le propinó un puñetazo en la cara y él respondió lanzándole una botella. Ha añadido que, a raíz de aquello, la víctima solía amenazarle y le daba miedo, por lo que incluso en los días posteriores no fue a trabajar como aparcacoches en las inmediaciones de la Plaza de Toros de Córdoba por temor a encontrarse con el fallecido.

El acusado, para quien el fiscal pide 20 años por asesinato o 14 por homicidio, ha relatado que el día de los hechos estaba trabajando como 'gorrilla' en la plaza de toros en compañía de dos rumanos cuando se percató de que la víctima se dirigía hacia él "con dos cuchillos en la mano", sin mediar palabra y sin que hubieran vuelto a discutir.

Ha añadido que huyó del lugar y se refugió en un taller de coches de la zona, de donde cogió un palo de madera antes de ir en busca de la víctima para "darle un escarmiento y evitar que me volviese a amenazar". El acusado ha indicado que encontró a la víctima dentro de su coche cuando estaba aparcado en una calle de las inmediaciones y en compañía de su mujer y su hijo de nueve meses.

Siempre según su versión, instó a la víctima a que saliera del coche, momento en el que salió portando "dos cuchillos". El acusado ha manifestado que entonces le entró miedo y huyó del lugar para "salvar el pellejo", si bien durante la huida miró hacia atrás y vio como la víctima "sangraba por el pecho", aunque no ha podido precisar cómo ni quién le asestó la puñalada mortal.

Además, G.A.V. ha afirmado que durante la huida escuchó como alguien le gritaba "espera que me coge", aunque la voz le era familiar y resultó ser su cuñado, A.T., también acusado en la causa por los mismos hechos, aunque no ha podido precisar cómo llegó allí su familiar.

Entrega a la policía

Finalmente, G.A.V., ha indicado que regresó a su barrio en autobús y que durante toda la noche estuvo "consumiendo heroína y pensando en lo que había pasado", mientras que el día posterior se entregó a la Policía cuando se enteró por la prensa de lo sucedido "y sabiendo que no había hecho nada".

Sin embargo, en su conclusión provisional el fiscal ha afirmado que G.A.V., en compañía de otras tres personas, entre las que se encuentra A.T., tuvo una discusión con la víctima porque se negó a pagarle el precio que le pidió por aparcar el coche y añade que fue G.A.V. quien le asestó la puñalada mortal.

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