Los eSports ya no son una curiosidad, sino una realidad masiva en todo el planeta. Los deportes electrónicos se han convertido en un fenómeno internacional con un seguimiento que poco tiene que envidiar a los deportes tradicionales. De su mano, los videojuegos van alcanzando una notoriedad cada vez mayor.

De hecho, la industria de los videojuegos ha vivido una auténtica revolución durante 2019 gracias al auge de los eSports. El año pasado, el sector tuvo una audiencia mundial de 453,8 millones, según estimaciones de la consultora Newzoo. 

España representa el 4% de la economía mundial de los 'eSports'

En España, los jugadores de videojuegos ya son más de 15 millones, cerca de la mitad de los españoles entre los 6 y 64 años, según la última edición del anuario que publica la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). La industria española facturó 1.479 millones de euros en 2019. Nuestro país representa el 4% de la economía mundial de los eSports y es uno de los países europeos con más actividad en esta categoría.

Por eso, hacerse desarrollador de deportes electrónicos es una buena apuesta, porque hablamos no ya de futuro sino de una profesión con mucho presente. Para ello hay que dominar el inglés, tener iniciativa para resolver problemas técnicos constantemente y mantener una formación continua.

Estas habilidades son comunes a todas las categorías de videojuegos, pero en el caso de los eSports hay cuatro claves específicas que pueden hacer más fácil triunfar como desarrollador. Expertos en desarrollo de videojuegos e instructores de Udemy las resumen:

Conectividad

Es esencial para crear un videojuego que sea capaz de moverse entre varios dispositivos como consolas, ordenadores o dispositivos móviles, así como permitir competir a varios jugadores desde distintos puntos. Es importante contar con conocimientos de arquitectura de servidores y conexión online, así como lenguajes de programación como Java, PHP o Python, con base de datos SQL, para montar la arquitectura en un servidor que permita que los jugadores se conecten y se enfrenten a otros, así como que suban su información. Este aspecto es fundamental, e independientemente de la tecnología, la clave está en ofrecer una conexión en tiempo real para evitar situaciones de desventaja durante el juego.

Gráficos visualmente atractivos

Es fundamental para captar clientes, es decir, jugadores que se conecten. Hoy en día para lograr esto -un desarrollo funcional íntegro de un producto de calidad- se suele optar por motores gráficos de juego como Unity o Unreal Engine, ambos sencillos y rápidos a la hora de utilizarlos. Permiten el uso de stores y de assets para poder descargar y evitar tener que empezar un desarrollo desde cero. Otra opción sería optar por un diseño in house –con un lenguaje propio para una plataforma específica-, el cual requiere un equipo más grande y de mayor inversión.

Arte

Es primordial contar con un equipo multidisciplinar que tenga la capacidad de crear contenidos digitales ad hoc como personajes, escenarios, paisajes, etc. Para ello es importante dominar programas como Maya, Blender o 3D Max y combinarlos con los motores de cliente, para así dar vida al arte y finalizar el desarrollo del producto. Además de buscar que sean realistas y visualmente atractivos para los jugadores, también deben ser lo suficientemente livianos para no tener problemas en el momento de desarrollarse el juego y la competición en tiempo real.

Comercialización y marketing

Son tan primordiales para asegurar el éxito del videojuego como la idea y el desarrollo de este. Contar con un área enfocada a la comercialización y búsqueda de patrocinadores es esencial para conseguir el dinero suficiente para que un proyecto de eSport salga adelante. El objetivo principal siempre será generar masa crítica (mayor cantidad de jugadores), para asegurar el éxito. Muchas veces este aspecto se consigue empleando el advergaming, a través del cual los inversores añaden publicidad explícita dentro del videojuego (como se hace en los deportes y eventos deportivos en la vida real).