Los ciprínidos, en concreto 123 de bagre, 92 de barbo del Ebro y 900 madrilla, provienen de la Cuenca del Ebro y se han liberado en las masas de agua de la misma cuenca hidrográfica, en el río Noguera Ribagorzana.

Los ejemplares liberados se han marcado con un microchip (PIT tag) y se han tomado datos de longitud y peso para hacer un seguimiento de su adaptación al nuevo medio.

La acción forma parte de un plan piloto de producción de ciprínidos autóctonos de la Generalitat, creado a raíz del creciente interés en la pesca de ciprínidos, que tiene que realizarse exclusivamente en la modalidad sin muerte, y la caída de estas poblaciones.

Este plan piloto, puesto en marcha en 2014, tiene dos líneas de actuación: la obtención de ejemplares a través de rescates principalmente en ríos cuando estos se secan en verano y la captura de ejemplares reproductores.