Tal como ha publicado el INE, el PIB del tercer trimestre del año ha subido un 16,7 % en comparación con el trimestre anterior (tasa intertrimestral), lo que, según el doctor Miguel Ángel Echarte, profesor de los Grados en ADE y Economía de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), obedece al al levantamiento del confinamiento y a la reapertura de la economía española durante los meses de verano.

"Durante el segundo trimestre del año se produjo una paralización general de la actividad económica, a excepción de ciertos servicios básicos", con lo que "la reducción de la producción empresarial y la menor demanda por parte de los agentes económicos debido al ahorro forzoso y a la incertidumbre generaron una caída del consumo muy importante, sobre todo en aquellos bienes y servicios de consumo social (turismo, hostelería, ocio, etc.)", ha explicado.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la caída del PIB durante el segundo trimestre del año fue del 17,8 %, la mayor de toda la serie histórica que comienza en 1970", precisa Echarte.

Con estos datos del tercer trimestre, "España saldría de la recesión, pero hay que señalar que es un rebote que no implica un crecimiento económico sostenido".

De hecho, "la situación económica es muy preocupante si atendemos al número de empresas que han cerrado, al aumento del desempleo, al crecimiento de la deuda pública y a la ausencia de reformas estructurales", ha expresado.

"Es cierto -ha añadido- que muchos sectores han vuelto a operar al nivel anterior a la crisis sanitaria del Covid-19, especialmente la actividad industrial, pero otros, como los servicios relacionados con la hostelería y la actividad comercial, no se han recuperado de los efectos de esta crisis".

De hecho, analiza Echarte, si se observa la tasa trimestral interanual, es decir, si se comparan los datos de este tercer trimestre del año con los del año anterior, se verá que "el PIB ha caído un 8,7 %, la segunda mayor caída de la serie histórica y de una magnitud muy superior a la de otros países de nuestro entorno como Francia, Alemania o Italia".

"Al final, todo depende de con qué nos comparemos y está claro que al hacerlo con el segundo trimestre los datos iban a resultar mejores, pero hay que tener cautela porque estamos muy lejos de la recuperación económica y el rebrote de la pandemia y las nuevas medidas de restricción a la movilidad pueden empeorar los datos macroeconómicos de cara al cuarto trimestre del año. Por tanto, un rebote esperado no implica crecimiento", concluye el profesor.