El mundo está dirigido por gente muy mala, según Carlos de Inglaterra

El príncipe Carlos de Inglaterra afirma en una carta al periodista al que reveló ante las cámaras de TV en julio de 1994 su adulterio con Camilla Parker-Bowles que el mundo "está dirigido por gentes muy malas y poderosas".
Carlos de Inglaterra, en una foto de archivo
Carlos de Inglaterra, en una foto de archivo
Carlos de Inglaterra, en una foto de archivo

En su carta al periodista Johathan Dimbley, escrita poco después de la entrevista que éste le hizo y filtrada al dominical The Sunday Telegraph, el heredero del trono británico expresa su preocupación por lo que pudiera sucederle al reportero. "Me asusta pensar lo que puede pasarle ahora, escribe el príncipe Carlos en su misiva, y agrega: "Cuántas cosas horribles va a decir ahora la gente. Personas que parecen haberse convertido en enemigos míos van a ser ahora también sus enemigos".

El príncipe se refiere luego a "todas esas cosas complicadas que indican que, en general, el mundo está dirigido por gentes muy malas y poderosas".

Según el dominical, la carta permite apreciar el estado de ánimo del hijo de Isabel II tras la entrevista en la que admitió por primera vez que había sido infiel a su esposa, Diana de Gales, después de que el matrimonio fracasase "de modo irrecuperable".

El príncipe de Gales manifestó al periodista su satisfacción por el programa con la entrevista y dijo que estaba "hecho con mucho gusto y exquisitez".

El 17 de julio de 1994, dos semanas después de que se emitiese el programa, titulado Carlos, el Hombre Privado y su Papel Público, Carlos envió una nota manuscrita a Dimbley en la que le confesaba que temió en un principio que iba a sentirse "enormemente avergonzado" por sus confesiones, pero no ocurrió así. El príncipe elogia la integridad del periodista y dice que aunque en un principio odió el tener que contestar en público que jamás habría querido que le plantearan normalmente, se sintió en cierto modo reconfortado tras hacer la confesión ya que "la honradez es la mejor vía, si es que uno es capaz de tomarla".

El tono de la carta contrasta, según el periódico, con la reacción de Diana de Gales a la emisión del programa: la princesa se enfureció y decidió vengarse, recuerda el periódico.

Carlos de Inglaterra también se refiere en su carta a una reunión difícil que tuvo con el entonces arzobispo de Canterbury, George Carey, a quien expresó su opinión de que, cuando llegase al trono, debería ser "Defensor de lo Divino", más que de una fe concreta.

El Príncipe de Gales, que se convertirá en Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra el día en que suceda a Isabel II, señala en el escrito que el arzobispo temía que su insistencia en lo divino, que incluye también al Islam, pudiera poner en peligro su propia evolución como cristiano. Según el periódico, que cita fuentes próximas al príncipe, éste no sentía demasiado respeto por las opiniones del anterior arzobispo de Canterbury, y el prelado tampoco simpatizaba con las de Carlos, quien ha profesado en público su respeto por la fe musulmana.

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