El secretario de Salud en Cataluña, Marc Ramentol, ha afirmado que las nuevas restricciones para frenar la covid se alargarán los días "que hagan falta" y, si no funcionan, no descarta instar al Gobierno central a plantear el confinamiento domiciliario. 

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En declaraciones a TV3, Ramentol ha explicado que los últimos días se está notando una "desaceleración" en el número de casos, pero no en el impacto en la red asistencial y ha dicho que el objetivo es bajar de los 5.500 positivos diarios actuales a unos 1.800. 

El secretario de Salud ha afirmado que el confinamiento domiciliario tiene que ser siempre "la última alternativa", pero no lo ha descartado. "Si vemos en el decurso de los próximos días que las medidas no son suficientes, tendremos que instar al Gobierno español para que se plantee esta posibilidad", ha manifestado.

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Ramentol ha valorado que las medidas que se tomaron ahora hace 15 días, como el cierre de la restauración, han empezado a dar sus frutos, puesto que ha asegurado que si no se hubiera hecho nada tenían una previsión de 10.000 casos diarios. Aun así, ha dicho que los 5.500 actuales son "insostenibles" y ponen en peligro poder mantener la actividad asistencial no covid y la covid.

Por eso, ha indicado que el objetivo no tiene que ser estabilizar la curva de contagios, sino "doblegarla", y ha valorado que cuando el semáforo de la red asistencial deje de estar en rojo será "el momento de iniciar la desescalada de las medidas".

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Ramentol ha explicado que las medidas anunciadas este jueves quieren ser un paso más "antes de llegar a un confinamiento domiciliario". Ha insistido, no obstante, que no se puede "renunciar a ninguna medida" que puede ser efectiva para doblegar la curva.

Al ser preguntado sobre la cultura, ha aseverado que saben que no hay un descontrol en estos ambientes, pero ha justificado su cierre casi total para conseguir el objetivo general de reducir las interacciones y la movilidad.

Ramentol ha asegurado que desde el Govern no se ha pretendido nunca "poner sobre la espalda de la ciudadanía la única responsabilidad" en el control de la pandemia y ha garantizado que el sistema público de salud continuará haciendo "esfuerzos" como los que ha asegurado que ya viene haciendo.

En este sentido, ha apuntado que cada vez hay más evidencia que apunta que el rastreo es muy importante en una fase anterior a la que vive Cataluña ahora y que lo volverá a ser cuando se consiga reducir los casos. Aun así, ha asegurado que se mantiene la apuesta por este rastreo, a pesar de que "no tiene que ser la estrategia principal para fiar el control de la pandemia".

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Por otro lado, ha explicado que ya se han repartido un millón –de los tres adquiridos- de test de antígenos -también llamados tests rápidos- entre centros de atención primaria y hospitales apartados de cascos urbanos. Principalmente se están dirigiendo a personas con síntomas, pero ha afirmado que esperan extenderlo en las próximas semanas a asintomáticos que sean contactos estrechos de casos confirmados.