La evolución de la pandemia en Andalucía sigue dibujando cada día una preocupante curva al alza tanto en el número de hospitalizados como en el de pacientes ingresados en UCI. Una tendencia que ha obligado a la Junta a adoptar nuevas medidas restrictivas, que pasan, en esta ocasión, por el cierre de la comunidad para reducir al máximo los movimientos durante los próximos días, así como la limitación de la movilidad en las provincias de Sevilla, Jaén y Granada.

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Así lo anunció este miércoles el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tras la reunión del Comité Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto y el Gabinete de Crisis del Ejecutivo, donde determinaron confinar perimetralmente Andalucía desde las 00.00 horas de la madrugada del jueves y hasta el próximo 9 de noviembre, de forma que nadie podrá entra ni salir de la comunidad durante estos días.

Además, la Junta ha establecido el cierre de las provincias de Sevilla, Jaén y Granada –que se encuentran, dijo Moreno, en el nivel 4 de alerta definido por el Gobierno–, donde la movilidad quedará igualmente limitada entre todos sus municipios, de forma que, en estos tres casos, no se podrá salir de un pueblo para trasladarse a otra localidad, aunque se encuentren en la misma provincia.

A estas medidas se suma también el cierre perimetral de las localidades que forman parte de los distritos sanitarios de Córdoba Sur, La Vega de Málaga, Jerez-Costa Noroeste y Sierra de Cádiz.

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En todos los casos, tanto a nivel autonómico como provincial y local, las salidas y entradas sí estarán permitidas por "causa justificada", como ir a trabajar, a estudiar o a un centro sanitario.

Estas nuevas restricciones adoptadas por la Junta afectan a un total de 450 municipios, lo que supone más de 4,3 millones de habitantes, es decir, más de la mitad de la población de Andalucía. Al resto de los andaluces de las localidades no afectadas por las limitaciones de movilidad, el presidente de la Junta les pidió este miércoles "no salir en la medida de lo posible de sus términos municipales".

Por otro lado, el Ejecutivo andaluz decide mantener el toque de queda establecido a nivel nacional entre las 23.00 y las 6.00 horas, sin retrasar su inicio hasta las 00.00 horas como pedía el sector de la hostelería. Al contrario, Moreno anunció que, para poder hacer cumplir esa restricción de la movilidad nocturna, los bares y restaurantes deberán cerrar a las 22.30 horas.

Por último, la Junta ha establecido un máximo de seis personas, excepto si son convivientes, para las reuniones tanto en el ámbito público, como ya estaba estipulado hasta ahora, como en el privado, aspecto que hasta el momento era solo una recomendación y que los servicios jurídicos del Gobierno andaluz estaban estudiando para poder obligar por norma.

A partir del 9 de noviembre, todas estas medidas, que el presidente reconoció que son "difíciles, pero más vale prevenir que curar", serán revisadas cada dos semanas. Además, hizo un llamamiento al Gobierno central confiando en que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional y la Local «tengan los medios necesarios para hacer cumplir las normas».