Ávila ha cumplido con el "reconocimiento pendiente" al pintor Benjamín Palencia (Barrax -Albacete-, 1894, Madrid, 1980), estrechamente vinculado a la provincia, mediante una exposición de toda su trayectoria pictórica inaugurada ayer.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 15 de marzo en el Palacio de los Serrano, fue inaugurada ayer por el presidente de Caja Ávila, Agustín González, quien ha afirmado que esta exposición es "la más significativa que Ávila dedica al pintor".

Aunque albaceteño de nacimiento, Palencia vivió en la localidad abulense de Villafranca de la Sierra, hasta poco antes de su fallecimiento en Madrid el 16 de enero de 1980, a los 85 años.

En Villafranca de la Sierra, localidad de apenas 156 habitantes situada en la vertiente norte de la Sierra de Gredos, Palencia pintó muchos de sus cuadros, inspirado por el paisaje de la sierra y los colores amarillos y ocres de los cercanos bosques de robles y chopos.

Algunos de estos cuadros pueden verse en esta exposición integrada por 34 óleos y 119 dibujos y objetos cedidos, entre otros, por la Fundación Antonio Ródenas, José Antonio Carullo, Caja de Ávila e Ignacio de Lassaletta, comisario de la exposición, que ha definido a Palencia como "una persona tímida, sensible y única".

Junto a cuadros y dibujos de todas las épocas, figuran objetos curiosos entre los que se encuentran el primer pincel que usó en su vida Palencia en el año 1912, fotos junto a la Reina o Chillida y algunas de las cartas que le remitieron amigos como Rafael Alberti, Federico García Lorca, Salvador Dalí o Juan Ramón Jiménez, con quien le unió una gran amistad.

Benjamín Palencia, considerado "el pintor de los poetas de la Generación del 27", ha sido definido por el presidente de Caja de Ávila como uno de los artistas "con más influencia en el panorama pictórico español", de ahí que forme parte de la "historia de la plástica española del siglo XX".

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