Almeida busca romper con el polémico hastag #MadridEstáSucio. El alcalde de la capital ha anunciado este martes un refuerzo de los nuevos pliegos de limpieza semejante al que existía en la ciudad antes de 2013. Es decir, un contrato que suponga, en comparación con el actual, "más gasto, más medios humanos y mecánicos, mejores instalaciones, más prestaciones y frecuencias, más tecnología, y un mayor control de las actuaciones realizadas para garantizar la eficacia de la prestación", según ha indicado en el Pleno de Cibeles.

Los nuevos pliegos, que entrarán en vigor el próximo agosto, contemplan un refuerzo humano con cerca de 2.000 operarios más en las calles. Este contrato tendrá una duración de seis años, que podrán prorrogarse otros dos. Además, establece la obligación de cubrir las vacaciones de los trabajadores, "lo que permite mantener un importante número de operarios en calle durante todo el año", explica el área dirigida por Borja Carabante. 

Además, el gasto para estos pliegos será de 282 millones de euros anuales –87 millones más que el anterior contrato integral–, lo que se traduce en un 45% más de presupuesto para la mejorara de la ciudad. Esta inversión es –como indica el área de Medio Ambiente y Movilidad– superior a la que suman en total las ciudades de Barcelona, Valencia, Zaragoza y Santander.

Asimismo, con estos pliegos se acaba con el modelo de indicadores para pasar a un contrato centrado en mayores prestaciones y mayor seguimiento de los servicios. Por último, el Ayuntamiento incrementa en un 16% los medios mecánicos y obliga a los adjudicatarios a que la mayor parte de los vehículos y maquinaria sean CERO y ECO, salvo en aquellos que no sea posible por sus características, dado que, en la actualidad, "el 90% de los medios mecánicos son contaminantes y con una antigüedad media de 20 años", señalan fuentes municipales.

Los operarios seguirán el mismo protocolo en los 21 distritos de la ciudad. Estas actuaciones están divididas en tres tipos de prestaciones. La primera –la limpieza diaria–, comprende los servicios de barrido manual y baldeos. Tendrán unas frecuencias establecidas que se repiten en el tiempo. Se les asignará cuatro niveles, desde el uno –el de mayor frecuencia y, por tanto, el de más intensidad de limpieza–, hasta el cuatro, menor grado. En segundo lugar –las prestaciones complementarias– que incluyen barridos mixtos, recogida de muebles, equipo de avisos, limpieza de mercadillos, grandes eventos, botellón y, como novedad, enseres una vez al mes. 

Por último, el equipo de Almeida recupera las campañas de refuerzo, como pueden ser la recogida de la hoja, la campaña de Navidad y refuerzo de la vialidad invernal. A todo ello se suma la creación del servicio de avisos del ciudadano para incidencias las 24 horas y una oficina de control de calidad.