El Govern gravará a partir de julio de 2021 la deposición en vertedero y la incineración de la fracción resto

El director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, ha anunciado este lunes la implantación a partir del 1 de julio de 2021, del canon para gravar la deposición en vertedero y el tratamiento mediante incineración de la fracción "resto" de los residuos domésticos o municipales de cualquier procedencia y seguir desplegando la Ley de Residuos de 2019.
El director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, durante la rueda de prensa.
El director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, durante la rueda de prensa.
CAIB
El director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, durante la rueda de prensa.

Según han señalado, la norma prevé en la disposición adicional sexta que en caso de que en 2020 no se cumplan los objetivos marcados por la normativa vigente, como por ejemplo llegar al 50 por ciento de reciclaje de los residuos municipales, el Govern debe impulsar el establecimiento de un canon.

Sansó ha destacado que el canon será finalista y que tendrá como objeto financiar proyectos que contribuyan a mejorar la gestión de los residuos, como la adquisición de contenedores inteligentes para la recogida orgánica o nuevas plantas de compostaje descentralizadas.

En este sentido, ha subrayado que la medida está en concordancia con las directrices de la Unión Europea en materia de cumplimiento de los objetivos y de fiscalidad verde.

El director general ha destacado también que el canon prevé un reparto insularizado, es decir, lo que se recaude en una isla se reinvertirá en esa misma isla.

Es por eso, según ha explicado, que el despliegue reglamentario del canon estipulará comisiones para decidir los proyectos que se financiarán y que contarán con la participación de Govern, consells insulares y municipios.

Sansó ha explicado, además, que el canon se ha diseñado siguiendo la filosofía "quien contamina, paga", es decir, que se grava únicamente el vertido y la incineración con el objetivo de bonificar las buenas prácticas como la recogida y tratamiento de la materia orgánica, "gran asignatura pendiente en las Islas", o el pago por generación.

En este sentido, se ha diseñado el canon en cuatro tramos: dos para la incineración y dos para el vertido. El canon por el vertido es más caro que el de la incineración ya que en la jerarquía de gestión de residuos verter es la peor de las opciones e incinerar con recuperación energética está justo un peldaño por encima.

Con todo, han apuntado, teniendo en cuenta la difícil situación económica provocada por la COVID-19, la Conselleria propone que las tarifas se apliquen de manera progresiva y que en el primer año de funcionamiento sean "prácticamente simbólicas", de entre uno y cuatro euros por tonelada.

En este sentido, según han apuntado, este año Catalunya donde el canon ya hace quince años que está implantado, aplica un canon de entre 23,6 y 47,1 euros por tonelada. Una simulación hecha con los datos de 2018 concluye que la recaudación durante 2021 sería de 460.388,23 euros.

En este sentido, Sansó ha afirmado que si las administraciones, las empresas y la ciudadanía "hacen los deberes" en materia de gestión de residuos, este canon en pocos años será residual.

ANÁLISIS DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS

Durante la rueda de prensa, se han presentado, también, los resultados del 'Análisis del sistema de gestión de los residuos municipales en Baleares', el estudio más completo en la materia que se ha hecho hasta ahora en la comunidad y que ha sido posible gracias al programa Jóvenes Cualificados de la Conselleria de Modelo económico, Turismo y Trabajo.

El estudio concluye que las Islas están lejos todavía de lograr los objetivos de la Ley de Residuos y de las directivas europeas. En este sentido, fija una serie de prioridades, como la disminución de la generación de Residuos Municipales y comerciales (RM) de un nueve por ciento antes del año 2021 y de un 19 por ciento antes del año 2030.

Se fija también el incremento de la recogida selectiva en un 43 por ciento para el 2020, poniendo especial énfasis en la Fracción Orgánica de Residuo Municipal (FORM) (menos de un 5 por ciento de reciclaje) y a los envases ligeros del contenedor amarillo (un 25 por ciento de reciclaje).

El estudio pone especial atención también al incremento de la valorización material de los RM (39 por ciento antes de 2025) y a un incremento de un 26 por ciento del reciclaje de envases domésticos para el 2020 según el PEMAR (legislación estatal), y un 50 por ciento antes de 2030 en cuanto a los envases no industriales.

También se pretende disminuir el uso del sistema del depósito en vertedero de los RM un 26 por ciento antes de 2030, mejorar el sistema de recogida selectiva de los textiles, puesto que representan un 8 por ciento en peso de los RM y solo se recogen selectivamente el 5 por ciento.

Entre las prioridades que se marca el estudio también está la reducción del despilfarro alimentario a la mitad (en hogares, comercios y restauración) antes de 2030.

Sansó ha concluido que para cumplir con el reto de lograr estos objetivos y evitar la posibilidad que la comunidad sea objeto de sanciones por parte de la Comisión Europea, se hace "imprescindible" contar con una herramienta como el canon que permitirá financiar todas aquella medidas y proyectos que serán necesarios.

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