La necesidad de distancia sin mejorar frecuencias, la gran paradoja del transporte público durante la pandemia

  • La movilidad ha sido una de las grandes perjudicadas por las medidas sanitarias pare evitar contagios del coronavirus.
  • Los usuarios sufren aglomeraciones en horas punta y las empresas una caída de ingresos en picado.
  • Las mejoras y la financiación que ya eran necesarias antes de la epidemia "son más necesarias aún", reivindica la AVPTP.
Usuarios del metro de València en el andén de una estación.
Usuarios del metro de València en el andén de una estación.
GVA
Usuarios del metro de València en el andén de una estación.

La pandemia del coronavirus ha alterado casi todos los ámbitos de la vida cotidiana. Pero, si una rutina se ha visto especialmente afectada es la movilidad, y más concretamente el transporte público, que por sus características supone una necesidad y a la vez un riesgo a la hora de mantener la distancia interpersonal en autobuses o vagones de tren y metro atestados en horas punta hacia centros de trabajo o universidades.

De hecho, durante el confinamiento de primavera se redujo la oferta de este servicio público, precisamente para restringir al máximo los desplazamientos y, por tanto, la expansión del virus. Con la desescalada, se fueron retomando las frecuencias, pero, en el mejor de los casos, se mantienen como antes de la pandemia.

Si bien es cierto que la demanda tampoco se ha recuperado (actualmente representa en torno al 60% del volumen prepandemia) y que los operadores de transporte han adoptado medidas de seguridad sanitaria, las aglomeraciones en horas punta suponen un riesgo y una paradoja, a la que se une la endémica falta de financiación del área metropolitana de València, que, unida a la caída de ingresos, hace inviable una mejora de frecuencias que rebaje el aforo en trenes, metros y autobuses.

El vicepresidente y portavoz de la Associació Valenciana pel Transport Públic (AVPTP), Víctor Díaz, no tiene dudas: "Estamos peor que antes" de la pandemia, no en medidas sanitarias, que sí se han adoptado, pero sí en la prestación de algunos servicios. Valora que en Metrovalencia (salvo el metro nocturno) y en la Empresa Municipal de Transportes (EMT), las frecuencias se han mantenido, pero no así en Renfe. 

"En trenes regionales se han visto reducidas bastante, por ejemplo a Vinaròs. Es una lucha perdida otra vez, también en Cercanías, además con trenes de composición simple en lugar de doble, con menos capacidad y por tanto más aglomeraciones", apunta.

Interior de un tren de Cercanías de Renfe, a su llegada a València la semana pasada.
Interior de un tren de Cercanías de Renfe, a su llegada a València la semana pasada.
20MINUTOS

"Nosotros venimos pidiendo mejoras, porque ya antes de la pandemia no era el transporte deseado, y claro, esto lo ha mermado. Al final nos encontramos con la historia de siempre: el transporte público es un servicio para quien no tiene más remedio, y nosotros no queremos que sea así, queremos que sea un servicio para todo el mundo", explica.

Para Díaz, el transporte público debe ofrecerse "sí o sí", porque si no el usuario se buscará otra forma de moverse, como demuestra la caída en picado de los usuarios de Cercanías en la última década (un 40% y 9 millones de usuarios menos que en 2006). 

En su opinión, la solución a largo plazo pasa por aumentar la financiación del transporte metropolitano mediante una ley estatal, aunque a corto plazo podrían inyectarse fondos con voluntad política. De hecho, el área metropolitana de València recibe actualmente 10 millones al año, frente a los 38 millones que se acaban de incluir en el proyecto de Presupuestos del Estado para 2021. Para Madrid y Barcelona contempla más de 100.

"El transporte público está perdiendo usuarios porque no se prioriza como se debe y porque no se ajusta a sus necesidades, que pasan por mayor puntualidad para llegar al trabajo o a clase", añade. "Deberíamos estar hablando de integración tarifaria y de mejores frecuencias, pero el debate está en que pase el tren. Las mejoras que pedíamos antes son más necesarias aún", sostiene.

La radiografía de los dos principales medios de transporte colectivo de València y su entorno, Metrovalencia, autobuses de la EMT y trenes de Cercanías de Renfe, muestra un conjunto de medidas de prevención (desde limpieza a reducción de aforos a la instalación de mamparas de protección pasando por la obligatoriedad de la mascarilla o la recuperación de servicios suprimidos).

Desinfección en el interior de un convoy de Metrovalencia.
Desinfección en el interior de un convoy de Metrovalencia.
GVA

Metrovalencia

Limpieza. FGV ha reforzado la desinfección diaria, tanto en talleres como a bordo. Esta última se realiza en "horas valle", las de menor afluencia.

Viligancia. Se ha reforzado la vigilancia de seguridad para garantizar el uso obligatorio de mascarilla en trenes y andenes.

Apertura automática de puertas. Las puertas de los tranvías de València se abrirán automáticamente para evitar en lo posible tocar los pulsadores.

Pantallas de aforo. Se han instalado pantallas con información en tiempo real del aforo en los trenes en las estaciones más concurridas.

Dispensadores de gel. Estaciones y trenes disponen de dispensadores de gel hidroalcohólico para los usuarios.

Tarjetas de crédito. Los revisores permitirán el pago de multas y billetes con tarjeta bancaria para evitar el efectivo.

Modelo de mampara que estudia instalar la EMT en sus vehículos.
Modelo de mampara que está instalando la EMT en sus vehículos.
EMT

Empresa Municipal de Transportes

Pago en metálico. Se ha suprimido para no intercambiar monedas. Una nueva app gratuita (EMTicket) permite comprar el billete sencillo con transbordos ilimitados.

Acceso por puerta central. El acceso al bus se realiza por la puerta central para evitar el contacto con el conductor.

Reducción de aforo. Los autobuses convencionales prestan servicio con un aforo máximo de 45 personas, y los articulados (más largos), de 70.

Mamparas. El 50% de la flota (237 buses) ya las tienen instaladas. El 60% de los que prestan servicio a diario también.

Ventanas abiertas. Todas las ventanas del bus deben ir abiertas para garantizar la ventilación y no se pueden tocar.

Cercanías de Renfe

Mascarilla, distancia e higiene de manos. La empresa ferroviaria estatal, en cuyos trenes es obligatorio el uso de la mascarilla, recomienda mantener la distancia de seguridad (en la medida de lo posible) y una adecuada higiene de mano durante los trayectos.

Trenes llenos a primera hora. Los trenes de Cercanías de Renfe, que conectan València con municipios de esta provincia y de Castellón, experimentan el mayor flujo de viajeros en horas punta, principalmente a primera hora de la mañana, lo que en ocasiones genera escenas de aglomeraciones.

Servicios recuperados. Tras el primer estado de alarma de marzo, cuando se redujo la oferta de trenes, Renfe ha ido recuperando servicios. Además, este pasado martes reactivó en su totalidad las circulaciones de la línea C-6 que une València y Castelló de la Plana interrumpidas por las obras del Corredor Mediterráneo. El número de servicios de cercanías recuperados es de 12 entre València y Castelló de la Plana y 14 en sentido inverso.

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