Puig descarta esperar al Gobierno y prepara el toque de queda en la Comunitat Valenciana

  • Será de 0.00 a 6.00 horas y entrará en vigor con una resolución hasta el 9 de diciembre una vez lo ratifique el TSJCV.
  • El jefe del Consell dice que la medida no afectará a la economía y busca atajar contagios en fiestas privadas y botellones.
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El presidente valenciano, Ximo Puig, ha recibido hoy a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.
El presidente valenciano, Ximo Puig, ha recibido hoy a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.
GVA
El presidente valenciano, Ximo Puig, ha recibido hoy a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.
Ximo Puig anuncia que prepara el toque de queda en la Comunitat Valenciana.
EP

La Generalitat va a dictar una resolución en las próximas horas para decretar el toque de queda, es decir, la limitación de la movilidad nocturna entre las 0.00 y las 06.00 horas en toda la Comunitat Valenciana hasta el 9 de diciembre. El presidente Ximo Puig ha comparecido a última hora de este jueves tras una jornada intensa de reuniones con los líderes políticos y agentes sociales que ha culminado con la del Consejo Interterritorial de Sanidad.

La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, ha comunicado en este encuentro la solicitud de esta medida pero, ante la falta de acuerdo y la voluntad de esperar a encontrar el instrumento jurídico adecuado, Puig ha dicho que la Comunitat Valenciana "va a tomar sus decisiones", por lo que ha encargado a la Abogacía de la Generalitat y a la Conselleria de Sanidad la elaboración de esta resolución, que se adoptará "en las próximas 48 horas" y de la que se informará "con antelación" a la ciudadanía. 

Además, este marco jurídico será remitido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) para su ratificación, que se prevé para los primeros días de la semana que viene.

El Gobierno valenciano busca, con este toque de queda, prevenir para evitar una situación peor. De hecho, es la segunda autonomía con menor incidencia acumulada, por encima de Canarias. "Tenemos una menor incidencia, pero no estamos bien", ha afirmado Puig, quien ha citado el aumento del 45% en la incidencia de los contagios durante las últimas dos semanas y del 97% en la presión hospitalaria en octubre (un 65% en las UCI) como los signos de alerta que le llevan a tomar esta decisión.

Según Puig, el toque de queda no afectará a la economía, ya que quienes tengan que trabajar seguirán haciéndolo. También se podrá circular por la calle en caso de urgencias médicas y de atención a personas dependientes. En la franja desde la medianoche hasta las 6.00 de la mañana "hemos detectado que se están disparando los contagios", según Puig. En esta línea, busca poner coto a las fiestas privadas, los botellones y las reuniones sociales.

El objetivo del toque de queda es triple: "frenar al virus, evitar medidas más duras y llegar a la Navidad en la mejor situación posible" para la campaña de compras, tanto a nivel económico como de incremento de la movilidad, según ha manifestado el jefe del Consell.

"Aún estamos a tiempo de impedir que la situación empeore", ha aseverado Puig, quien ha hecho una llamada "a la corresponsabilidad" de la sociedad valenciana. "La relajación no es una opción, lo que hagamos ahora servirá para superar la pandemia y reactivar la vida económica y social", ha dicho.

"En absoluto descartamos ningún instrumento", ha afirmado el jefe del Consell en relación a un posible estado de alarma si el TSJCV no ratifica el toque de queda que prepara el Gobierno valenciano.

Barceló: La toma de decisiones "nunca es demorable"

Por su parte, Barceló ha incidido en que la toma de decisiones "nunca es demorable", en referencia a la inacción tras el Consejo Interterritorial. “El resto de comunidades autónomas se han ido sumando a la posición de la Comunitat Valenciana” cuando esta ha mostrado su voluntad de aplicar la medida, ha apuntado.

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