El juicio contra el vecino de Jerez de la Frontera (Cádiz), de 70 años, acusado de retener presuntamente a su esposa varios días en su domicilio el pasado mes de julio, ha quedado suspendido después de que el imputado se encuentre "muy grave" tras al ingerir en la tarde de ayer "un bote de lejía" en el centro penitenciario de Puerto II.

El letrado que ejerce la acusación particular, Pedro Pérez, explicó que los agentes de la Guardia Civil encargados de trasladar al acusado a la Audiencia Provincial informaron a primera hora de que el presunto agresor está "muy grave" tras esta ingesta y se encuentra ingresado en el Hospital de Puerto Real (Cádiz).

En este sentido, Pérez manifestó que el Juzgado de lo Penal número tres ha enviado a un médico forense al centro hospitalario para que valore su estado de salud, aunque subrayó que el único imputado en este caso "está mal", dado que ya tenía una "patología previa de corazón".

Asimismo, explicó que la propia familia del acusado recibió la noticia "en el juzgado" y que su esposa "tiene un doble sentimiento" por todo lo sucedido.

Nuevo juicio

El nuevo juicio ha quedado señalado para el próximo 10 de marzo, una fecha que queda supeditada al estado de salud del acusado, aunque el abogado que representa a la familia aclaró que lo ocurrido no afectará al desarrollo del juicio, dado que "el juzgado ya tiene en sus poder todas las pruebas psicológicas del acusado".

La acusación particular pide 20 años de prisión para este hombre, por delitos de coacción, amenazas y malos tratos habituales, mientras que la defensa, que rehusó hacer declaraciones, pide la libre absolución.

Los hechos se remontan al pasado verano, cuando la Policía Nacional recibió un aviso para acudir a una vivienda de Vista Alegre en la que se estaba produciendo una "fuerte discusión familiar". Cuando llegaron allí, se encontraron al hijo menor del matrimonio fuera, que se dirigía a su vivienda domiciliar para recoger sus pertenencias, ya que días antes se marchó tras discutir con su progenitor.

En ese momento, los agentes y el hijo escucharon los sollozos de su madre pidiendo auxilio. Fue entonces cuando irrumpieron en la casa y la encontraron "en un gran estado de debilidad", ya que supuestamente llevaba varios días retenida sin comer, lo que obligó a su traslado al hospital. Su marido fue detenido ese mismo día.

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