No aparecer por clase es el significado de absentismo escolar. Para evitar este fenómeno, el monitor-despertador y el educador social entran en juego. Estas figuras, impulsadas por el Ayuntamiento de Valencia , comenzaron a funcionar hace tres años con el fin de que los menores acudieran a clase.

El pasado curso 941 alumnos de enseñanza obligatoria pasaron por el programa de absentismo escolar, o lo que es lo mismo 148 centros de infantil, primaria y secundaria, de manera totalmente voluntaria.Una de las funciones que tiene por ejemplo el monitor despertador es acudir a casa de los menores que tienen algún problema familiar o que simplemente hacen novillos, para despertarlos y llevarlos al colegio.

Durante el curso pasado, el programa consiguió que 75 alumnos fueran puntualmente a clase (hay unos 86.384 en la ciudad entre Primaria y ESO). Mientras que el educador social tiene a su cargo a los absentistas adolescentes. Lleva a cabo programas, actividades y talleres para fomentar buenos hábitos de conducta. Un total de 14 institutos contaron con esta figura el pasado curso, actuando con 792 alumnos.

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