El debate sobre los peligros de Instagram para la propia imagen personal están cada vez más presentes en el foco mediático. Los cuerpos retocados, las poses imposibles y los filtros hacen que nos creemos un nuevo canon de belleza que es imposible de alcanzar.

Aunque la plataforma informó hace más de un año que iban a retirar los filtros que simulaban cirugías o intervenciones estéticas, todavía siguen pululando en la aplicación, haciéndose incluso más extremos.

Esta nueva obsesión por vernos como en los filtros ha desembocado en la crecida de la demanda de ciertas cirugías plásticas, como las rinoplastias, hilos tensores o relleno de labios con ácido hialurónico. Ahora, una nueva intervención se ha sumado a la lista: la bichectomía. 

La bichectomía es un procedimiento en el que se extraen las bolas de Bichat, unas bolsas de tejido graso que todos tenemos en las mejillas. Al quitarlas, la cara se ve más delgada y angulosa, con los pómulos más marcados. 

Jennifer Lawrence, Victoria Beckham, Angelina Jolie, Kim Kardashian, Bella Hadid y Kendall Jenner han sido algunas de las famosas que se han sometido ha esta cirugía. Aunque antes no era tan popular, la gran presencia e influencia de estas tres últimas en Instagram más los filtros que modifican nuestras facciones ha hecho que se dispare.

Aunque se trata de una operación ambulatoria, con anestesia local, rápida y sencilla, lo cierto es que es irreversible, ya que cuando se extraen estas bolsas, nunca más se vuelven a regenerar, a diferencia de los hilos tensores o los rellenos de ácido hialurónico.

Esto puede degenerar en un problema de imagen personal, ya que si nos lo hacemos para seguir las tendencias y luego pasa de moda por un óvalo facial más redondeado, no podremos conseguirlo.