Si alguien pensaba que el golf es un deporte sin riesgos, se equivocaba: un artículo publicado recientemente en el British Medical Journal afirma que el ruido que producen los palos de golf al golpear la bola puede producir serios daños en los oídos .
Según sus autores, el sonido que generan los hierros de titanio de última generación pueden reducir notablemente el nivel auditivo de un golfista medio de 55 años.
"Nuestro estudio muestra que los palos con capa de titanio pueden producir un sonido lo suficientemente potente como para provocar daños auditivos temporales e, incluso, permanentes, en los individuos de grupos de riesgo", señala el Dr. Malcolm Buchanan, otorrinolaringólogo.
"Llevar cascos protectores para los oídos es una posible solución, aunque sea demasiado radical para muchos", señala. "Pero los golfistas que jueguen de forma habitual con palos de titanio deben tomar precauciones para prevenir este tipo de daños".
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