El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado el Centro Residencial de Inclusión (CRI) La Llavor, un nuevo equipamiento para acoger y acompañar a mujeres sin hogar. El centro, gestionado por el  Sant Joan de Deu Servei Socials con la colaboración de la Fundación Ared, ofrecerá servicios de formación e inserción laboral.

En una rueda de prensa celebrada este jueves, la alcaldesa Ada Colau ha destacado la situación de vulnerabilidad añadida que viven las mujeres sin hogar solo por el hecho de ser mujeres. Por eso, considera imprescindible invertir en equipado especializado para que estas mujeres tengan su propio espacio.

La alcaldesa ha reconocido también que estamos en una situación sin precedentes y que “el derecho a la vivienda es un derecho fundamental para formar un proyecto de vida”. Además, ha recordado que la especulación inmobiliaria y los trabajos precarios han facilitado que muchas más personas acaben sin vivienda.

El nuevo equipamiento dispone de 40 habitaciones individuales con baños y comedores, y está preparado para acoger en un futuro a mujeres con hijos. En cuanto a la formación ofrecida, cuenta con cursos de hostelería y de ámbito sociosanitario. Después, para una futura salida al mundo laboral, las mujeres que lo necesiten pueden trabajar en la empresa de inserción Salta, un espacio protegido en el que podrán estar hasta tres años antes de pasar a otra empresa.

Esta medida pretende dar respuesta a una situación paradójica, como es que las mujeres sólo representan el 13% de las personas sin hogar que se encuentran en situación de calle pero, por el contrario, tienen una tasa de pobreza y riesgo de exclusión social superior los hombres

Reivindicaciones a la Generalitat

Colau ha pedido a la Generalitat que asuma “que es un problema de país y no de la ciudad de Barcelona” y ha lamentado que el ayuntamiento está prácticamente solo para afrontar un problema que es principalmente competencia del Govern.

En sus reivindicaciones, ha reclamado al Govern que asuman su parte en el Plan Covid, en especial en el equipamiento montado durante el confinamiento en las Firas para acoger a personas sin hogar. Ha recordado que Barcelona es la ciudad del Estado las mejores políticas de vivienda. Sin embargo, para cambiar la situación de las personas sin hogar hacen falta cambios estructurales, y mientras “no podemos estar con los brazos cruzados”.