Ambliopía u ojo vago, un problema frecuente en la infancia: ¿cuáles son los signos de alerta? ¿Se puede corregir?

‘Paltering’: una nueva forma de engaño.
Esta afección se puede tratar si se diagnostica de forma precoz.
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‘Paltering’: una nueva forma de engaño.

Este jueves 15 de octubre se celebra el Día Mundial de la Ambliopía, una fecha para concienciar a la población sobre este problema tan frecuente, sobre todo en la infancia, así como de sus síntomas y posibles tratamientos. 

Se calcula que entre el 3 y el 5% de los niños y niñas en España padecen este problema, conocido popularmente como ojo vago, aunque la gran mayoría de los casos detectados de forma precoz se tratan con éxito. 

Esta afección provoca una alteración de la agudeza visual funcional y consiste en la disminución de visión "de uno o ambos ojos por una falta de uso en el periodo de desarrollo visual", generalmente antes de los ocho años de edad. Esta patología se origina en la infancia, pero si no es diagnósticada "puede prolongarse durante la edad adulta", explican en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO).

¿Por qué se origina este trastorno en la visión?

Resulta esencial que todos los niños y niñas se sometan a una revisión oftalmológica a la edad de tres años para descartar este problema visual que aparece "cuando la imagen que le llega al cerebro de uno o los dos ojos es borrosa y entonces no aprende a ver en forma clara", explica la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

En este sentido, existen varias causas que pueden interferir en el correcto desarrollo de la visión en la infancia y desencadenar esta afección, aunque las principales son las siguientes:

  • Estrabismo. 
  • Defecto refractivo por problemas de hipermetropía, miopía o astigmatismo.
  • Cataratas, caída del párpado o enfermedades de la retina.

¿Cuáles son los signos de alarma?

Los familiares, cuidadores o profesores deben estar atentos ante cualquier comportamiento poco frecuente, aunque el síntoma principal es la manifestación de una mala visión de uno o de ambos ojos. Sin embargo, "si no hay un estrabismo que nos avise de la posibilidad de mala visión, muchas veces no dan ningún síntoma exterior y se detecta solo en los controles visuales", indica la SEO. 

Por esta razón es vital la detección temprana. Algunos niños o niñas tienen síntomas leves como dolor de cabeza al leer, dificultades para ver películas o cualquier tipo de imagen en dispositivos. Según el Instituto de Microcirugía Ocular, algunos signos que podrían indicar que se trata ambliopía son:

  • Desviación de un ojo.
  • No identificar de forma correcta a las personas en distancias largas. 
  • Necesidad de acercarse demasiado los objetos a la cara para poder verlos.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento dependerá de la causa que provoque el trastorno visual. Si es provocado por estrabismo o por un defecto de graduación, los profesionales tratan de corregir el problema con el uso de gafas y si esto no funciona mediante la oclusión del ojo. "Si es una catarata congénita o una ptosis palpebral (caída del párpado) se valorará si el niño debe ser operado", señalan en la SEO.

Por tanto, el ojo vago se trata con gafas de graduación adecuada y oclusiones para forzar la actividad del ojo afectado. Sin embargo, tal y como explican en la Clínica Baviera, existen otras alternativas como la dilatación de la pupila del ojo sano con atropina, el empleo de filtros de Bangerter o mediante técnicas de terapia visual que contribuyen al proceso de rehabilitación del ojo vago.

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