Descubren varias tumbas de faraones egipcios excavadas en una colina y separadas por tan solo 10 centímetros

Recreación en 3D de las tumbas faraónicas halladas en la colina de Qubbet el Hawa.
Recreación en 3D de las tumbas faraónicas halladas en la colina de Qubbet el Hawa.
Universidad de Jaén (UJA)
Recreación en 3D de las tumbas faraónicas halladas en la colina de Qubbet el Hawa.
En la actual ciudad de Asuán, a unos 800 kilómetros al sur de El Cairo, Egipto, unos investigadores españoles han dado con un impresionante descubrimiento, que aporta una visión todavía más precisa de la capacidad tecnológica y arquitectónica que tenía esta sociedad entre los años 1845 y el 1773 a.C. en la ciudad de Elefantina.

En la actual ciudad de Asuán, a unos 800 kilómetros al sur de El Cairo, Egipto, unos investigadores españoles han dado con un impresionante descubrimiento, que aporta una visión todavía más precisa de la capacidad tecnológica y arquitectónica que tenía esta sociedad entre los años 1845 y el 1773 a.C. en la ciudad de Elefantina. 

Se trata de una necrópolis situada en Qubbet el-Hawa, donde se han descubierto bajo tierra cerca de 60 tumbas talladas en la roca de la colina, algunas de las cuales no han sido investigadas nunca. Además, la misión española ha logrado descifrar cómo y porque estaban de esa manera ordenadas, descubriendo los pasadizos, pozos y salas, con la sorpresa de que la distancia mínima entre las sepulturas es muy escasa, de apenas 10cm. 

Esta mínima distancia sorprendió enormemente a los investigadores, cuya misión está respaldada por miembros del grupo de Investigación Sistemas Fotogramétricos y Topométricos de la Universidad de Jaén (UJA), ya que exige de una tecnología y precisión más propia del siglo XXI que de hace cerca de 4.000 años. 

"Cuando construían una tumba ya pensaban en donde iría colocada la siguiente. Eran capaces de prever la existencia de un hueco en el interior de la montaña con una tecnología muy básica, lo que implica unos conocimientos arquitectónicos muy altos", señala a 20Minutos Alejandro Giménez Serrano, director del proyecto. 

Para poder comprenderlo mejor, se han realizado modelos 3D de tres de las estructuras funerarias más espectaculares de la necrópolis. Para ello, los investigadores de la UJA han utilizado distintas técnicas geomáticas, entre las que destaca el escaneo láser terrestre y la fotogrametría. Las tres tumbas estudiadas (QH31, QH32 y QH33) son estructuras independientes y adyacentes, excavadas en la roca, que se internan decenas de metros dentro de la colina. 

Antonio Mozas, uno de los investigadores, en el lugar del descubrimiento.
Antonio Mozas, uno de los investigadores, en el lugar del descubrimiento.
Universidad de Jaén

Cada tumba fue estudiada de forma individual para obtener un modelo 3D específico, sin embargo, los tres modelos pudieron fusionarse al estar todos los datos referidos al mismo sistema de coordenadas, obteniendo un modelo completo que permite analizar el comportamiento espacial de todas las tumbas en conjunto.

"La calidad de los productos obtenidos permite realizar un recorrido virtual, así como su utilización por parte de otros investigadores, como arquitectos o arqueólogos, para sus respectivos estudios evitando la necesidad de desplazamiento a Asuán", resaltan los investigadores.

No podía ser una casualidad

En un primer momento, los expertos españoles pensaron que la proximidad podía ser fruto de la casualidad, que era posible que al construir toda la estructura de corredores y salas de hasta 13 metros, las tumbas habían quedado muy pegadas entre sí, o que quizá el paso de los años lo había provocado, pero pronto comprobaron que no. 

"Nos dimos cuenta relativamente temprano de que estaban prácticamente pegadas una a la otra, porque había una grieta natural que las conectaba. Cuando pudimos medirla con el escáner 3D vimos que eran apenas 10 centímetros lo que las separaba y que estaba hecho aposta. Planificaron la tumba posterior para evitar que colisionase con la actual", señala Giménez.  

La complejidad que la obra es de grandes magnitudes, especialmente si se tiene en cuenta que su manera de medir "era mediante unas varas de medida". Por ello, "que hayan llegado a lograr tanta precisión nos ha dejado atónitos", mantiene el director del proyecto.  

Respecto a quienes eran los que se enterraban allí, eran prácticamente en su totalidad gobernadores de la región más al sur de Egipto. Según apunta Giménez, "el rey, el primer ministro y los altos oficiales de las provincias eran los que se enterraban en estas tumbas monumentales que cuentan con un nivel de perfección increíble"

Por último, los expertos creen que se transmitían los conocimientos arquitectónicos "como de padres a hijos", ya que estas labores las realizaban un grupo reducido de personas y se encontraban en una pequeña provincia. Además, la investigación todavía tiene muchos nuevos datos que aportar en las próximas semanas, ya que quedan muchas tumbas por abrirse en esa histórica necrópolis. 

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