De la reunión de Sol al estado de alarma: las medidas con las que Ayuso y Sánchez trataron de frenar la Covid-19 en Madrid

  • Los 18 últimos días estuvieron marcados por las diferencias políticas, tantas que lograron empañar los acuerdos.
Sánchez y Ayuso acuerdan crear un espacio de colaboración que se reúna semanalme
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso durante su reunión el pasado 21 de septiembre.
Jesús Hellín/ EP
Sánchez y Ayuso acuerdan crear un espacio de colaboración que se reúna semanalme

La declaración del estado de alarma en nueve localidades de la Comunidad de Madrid, incluida la capital, supuso el final de una escalada de desencuentros entre los gobiernos de España y Madrid en torno a la gestión de la pandemia en la región. Las diferencias políticas han sido tantas, y de tal intensidad, que incluso han llegado a desdibujar y ocultar las medidas que ambas administraciones han estado tomando a lo largo de estas últimas dos semanas.

El cruce de acusaciones llegó incluso hasta este viernes, solo unas horas antes de que se declarara el estado de alarma. El consejero de Sanidad de Isabel Díaz Ayuso, Enrique Ruiz Escudero, compareció para explicar cuál era la estrategia que defendía Madrid para frenar los contagios y durante su intervención aseguró que el Gobierno central no había tenido voluntad de negociar durante las últimas semanas una solución a la pandemia en la región. Poco después, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, acusó a Madrid de no haber “hecho nada” para frenar los contagios.

Nada más lejos de la realidad. En un caso y en otro. Durante las últimas semanas ha habido reuniones de ambos gobiernos y contactos a altos niveles. También se han ido adoptando medidas, algunas conjuntamente. El Grupo Covid-19 de cooperación que acordaron los presidentes Pedro Sánchez y Díaz Ayuso cuando se sentaron juntos el 21 de septiembre, por ejemplo, se ha reunido en varias ocasiones y ha sido capaz de ir dando pasos e implementando decisiones para tratar de frenar al coronavirus, aunque después, por unas cosas o por otras, algunos de ellos se hayan truncado, como la fugaz portavocía del grupo.

Las medidas comenzaron el 21 de septiembre

Precisamente, ante el aumento de contagios, Madrid había empezado a tomar medidas el 21 de septiembre, el mismo día de la reunión de los presidentes en la Puerta del Sol. Ese día comenzaron las restricciones de movilidad por zonas básicas, un sistema que llegó a implementarse en medio centenar de áreas y que Madrid todavía hoy defiende como eficaz y el Gobierno central tilda de insufienciente.

De hecho, durante toda esta semana, desde el Gobierno de Díaz Ayuso se viene insistiendo en que los indicadores de la Comunidad muestra una mejora de los datos epidemiológicos gracias a este plan. De ahí que este viernes el Gobierno regional pretendiera que este planteamiento fuera la alternativa a la orden no respaldada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), aunque Moncloa acabó rechazándolo.

Esta iniciativa regional -muy criticada por la oposición política y por los barrios que la sufrían, que la llegaron a tildarla de “confinamientos de clase”- permitía solo desplazamientos autorizados desde y hacia las zonas con más contagios y limitaba aforos y horarios de comercios y hostelería, entre otras medidas.

No fue la única decisión que se adoptó para tratar de frenar al virus. En paralelo, se tomaron medidas que afectaban a toda la Comunidad independientemente del nivel de contagios, como la prohibición de reunirse más de seis personas, tanto en el ámbito público como el privado.

Además, comenzaron a realizarse los test masivos de antígenos, que se van realizando por barrios día a día y aún están en marcha. De hecho, Madrid anunció que había adquirido cinco millones de pruebas y que esperaba hacer un millón en los barrios con mayores incidencias acumuladas.

Precisamente pensando en el control de estas zonas, también se puso en marcha una normativa para que los agentes de policía controlaran el cumplimiento de las cuarentenas, comenzó a funcionar para toda la región la aplicación Radar Covid y se llegó a tener trabajando a más de un millar de rastreadores. Estas acciones no habrían sido posibles sin la colaboración del Gobierno central y su ayuda con medios personales y materiales.

Refuerzo de Policía y G. Civil, envío del Ejército... el papel del Gobierno

Tras la reunión de Sánchez y Díaz Ayuso, el Estado envío a Madrid puso a disposición de Madrid cientos de policías nacionales y guardias civiles para reforzar los controles. También permitió que el Ejército colaborara con las autoridades autonómicas en desinfecciones, montaje de carpas para hacer test, otras tareas logísticas relacionadas y rastreo de positivos. Porque Madrid pidió un refuerzo de rastreadores militares y el Gobierno lo autorizó.

No hay que olvidar, además, que la aplicación Radar Covid, que está llamada a revolucionar el rastreo de casos y más en un territorio densamente poblada como es Madrid, es un desarrollo del Gobierno central que ha aportado a las comunidades. En Madrid funciona desde el pasado jueves tras un proceso de adaptación que ha desarrollado la Comunidad.

Anteriormente, otra colaboración del Gobierno central se vio en las instalaciones del Hospital General de la Defensa Gómez Ulla, donde en septiembre se llegó a desplegar un hospital de campaña en un aparcamiento por si un aumento de los contagios multiplicaba la afluencia a urgencias y la necesidad de cribados rápidos.

Qué esperar ahora

Uno de los mayores desencuentros de ambas administraciones estos últimos días tuvo su origen en los datos de evolución. La polémica surgió porque el Gobierno central expresó dudas sobre la bajada de contagios que publicó Madrid, y el gabinete Díaz Ayuso se molestó por ese cuestionamiento. Sin embargo, ambas administraciones fueron capaces de volver a ponerse de acuerdo y acordar un mecanismo técnico para que, cada día, se verificaran los datos. 

Está por ver cuál es el rumbo que toma la relación de los gobiernos de Díaz Ayuso y Sánchez tras la declaración del estado de alarma en Madrid durante 15 días. Con el puente festivo de por medio, habrá que esperar a la semana que viene para poder ver, o no, una reunión de ambas administraciones. Sería el martes, que es el día en el que se ha venido encontrando el Grupo Covid-19 de cooperación desde que se formó hace algo más de dos semanas, aunque aquel parezca un tiempo ya muy lejano. 

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